Cooperativismo, economía social y solidaria: ajenos a plataformas electorales

El tema en los partidos exhibe intenciones distorsionadas, o nulas


Redacción La Coperacha

Ciudad de México // 27 de abril de 2015

En esta entrega, La Coperacha entra a la vorágine de frases, promesas, “slogans”, y demás palabrería con que los partidos políticos nos bombardean sin misericordia con tal de ¿convencer? para que les otorguemos nuestros valiosísimos votos (si los traducimos en las inmensas prerrogativas que obtienen con ellos, claro).

¿Es un ejercicio ocioso revisar plataformas político partidistas para las elecciones federales del próximo 7 de julio en México? Es decir ¿a quién le interesan realmente esos textos que los partidos están obligados por ley a presentar para competir en estos comicios para diputados federales? ¿Es un mero trámite que cumplen y se olvida? ¿Alguien se acuerda de los “compromisos de campaña” al concluir el proceso electoral?

En el caso del cooperativismo y la economía social y solidaria, el asunto es motivo de escándalo, por la sencilla razón de que prácticamente no existe, o de que las concepciones al respecto son, al menos, cuestionables.

Presentamos a continuación una clasificación no muy ortodoxa de dos bloques partidistas, según su orientación político ideológica, y a partir de ella señalamos las principales omisiones, vacíos y malentendidos a que se presta el tema en sus plataformas. Los números de páginas en las citas son los de las respectivas plataformas, publicadas por el INE.

1. Bloque orientado al crecimiento, la productividad y la competitividad
La derecha se ostenta orgullosamente “liberal”, y sin ambages nos alecciona respecto a las importantísimas reformas estructurales que en dos años han salido adelante gracias a la capacidad de negociación de los que sí saben gobernar y sus esclarecidos aliados que en la oposición anteponen los intereses de México a sus intereses partidistas. ¿A poco no?

Sobre esas premisas, el PRI insiste en la prosperidad a partir de la consolidación de esas reformas. ¿Cooperativas? Sorprendentemente, las contempla como opción en la construcción de vivienda para jóvenes ¿Por qué solo en ese tema y no para otros, por ejemplo, la energía, la movilidad urbana, la salud y la alimentación, las nuevas tecnologías? Parece simple desliz. Por lo demás, el tema economía social y solidaria no se menciona ni una sola vez. ¿A quién le importa?

El PAN también enfatiza la competitividad y la promoción de la inversión productiva. Igual que el PRI, asegura que la expansión del mercado interno es indispensable, pero cuestiona la política fiscal regresiva que ha incrementado impuestos. Fuera de eso, la receta es la misma: apoyo a pequeñas y medianas empresas (PYMES), capacitación y eso sí, una “Ley Nacional de Emprendimiento”, para formación de jóvenes emprendedores.

Para el desarrollo regional, el blanquiazul ofrece la reforma a ley de instituciones de crédito para consolidar participación de la banca de desarrollo. Para el bienestar y la seguridad social universal de grupos vulnerables y jóvenes, proponen adecuar la ley de ahorro y crédito popular para otorgar créditos accesibles a jóvenes ahorradores (sic) para vivienda, empresas y créditos educativos. O sea: la solución es volverse sujetos de crédito, y… endeudarse.

Sorprende que para el desarrollo urbano AN ofrece “la implementación de modelos de consumo colectivo y movilidad sustentables”, sin mayor detalle ¿otro desliz? El hecho es que sobre empresas sociales o cooperativas, tampoco aparece ni una palabra.

¿Es buena o mala noticia que el partido que más menciona a las cooperativas en su plataforma es el Verde Ecologista (PVEM)? Propone el reconocimiento de las cooperativas de pepenadores como proveedores del servicio de recolección de residuos, cooperativas de construcción de viviendas sociales, y capacitación a las cooperativas pesqueras para la diversificación de su oferta. Tal vez la sorpresa es que no proponen vales para formar cooperativas.

El Verde es prolijo en el tema de ecoturismo, considerando el manejo forestal comunitario y sustentable, así como la planificación ambiental de la actividad turística con la participación de las comunidades directamente afectadas y vinculadas con el aprovechamiento, conservación y restauración de los recursos naturales (11.2 Turismo, pp. 102-103). De cualquier forma, el criterio que destaca en sus propuestas es el de rentabilidad, revestido con un barniz de buenas intenciones sobre la sustentabilidad.

Nueva Alianza se presenta explícitamente como “liberal”, y muestra el cobre al privilegiar para el campo los cultivos de mayor rentabilidad (¿a quién le importan el frijol y el maíz?), o bien el desarrollo de programas de vinculación e inserción de los productores mexicanos a los mercados internacionales (¿a quién le importa el mercado interno?).

Eso sí, para mujeres, cultura empresarial para el empleo; para jóvenes, mentalidad empresarial para la ¿ciudadanía? (sic, p. 15). Poco faltó para que agregaran que sólo los empresarios deberían ser ciudadanos. Eso sí, turquesas.

Encuentro Social también se presenta como partido liberal. Fiel a lo que hemos encontrado entre sus semejantes, ni por equivocación aparece en su plataforma algo relacionado con cooperativas ni con economía social o solidaria.

2. Bloque orientado a la recuperación salarial y del ingreso
Que la derecha omita referirse a cuestiones como cooperativas o economía social y solidaria es predecible y hasta normal. Que los partidos que pretenden presentarse como algo parecido a la izquierda ignoren el tema, deja (nada) claro cómo andan sus prioridades.

El PRD ancla su planteamiento económico en la recuperación del salario. Sobre salario, trabajo y crecimiento económico este partido postula “impulsar a través de la banca de desarrollo el crecimiento interno estimulando a las micro, pequeñas y medianas empresas; así como comunidades, organizaciones cooperativas y casas de ahorro (sic), que generen empleo para jóvenes, mujeres, grupos vulnerables en pobreza y marginación.” (p. 6) Como en el bloque anterior, para crecer, hay que endeudarse…

En la plataforma perredista abundan oportunidades desaprovechadas para un mínimo de coherencia. Así, aparecen joyas como “con el fin de conservar la biodiversidad presente en el país, en los estados y en los municipios, se deben impulsar acciones para que las comunidades y ciudadanos que habitan en las áreas naturales protegidas sean compatibles con el desarrollo económico y social.” (p. 14) No es broma: el hecho es que hasta el Verde es más claro en este tipo de planteamientos.

Llama la atención que la experiencia de gobierno del PRD no se refleja en ninguna propuesta consistente para legislar a favor de empresas cooperativas y de la economía social y solidaria.

La plataforma del PT tampoco contempla a las cooperativas ni al sector social de la economía. Cuando habla de la economía y la reconstrucción del proyecto de nación, plantea “privilegiar a los sectores afectados y excluidos por las políticas neoliberales”, pero nunca mencionan a actores de la economía social y solidaria. En el mismo tenor, su insistencia en el fortalecimiento del mercado interno y la articulación de cadenas productivas para este fin no contempla el impulso de proveedores cooperativistas ni de la economía social.

Por su parte, Movimiento Ciudadano enumera en su plataforma a mujeres, jóvenes, adultos mayores, pueblos indígenas y ciudadanos en general como objeto de políticas públicas para la productividad y la inserción en el marcado laboral. Es decir, para ser sólo fuerza de trabajo. No aparece el ejercicio pleno de derechos ni la participación organizada como eje de discurso, mucho menos la construcción de alternativas para reivindicar el trabajo desde la economía social.

En MC hay contradicciones flagrantes. Por un lado, expone el propósito de acceder al empleo, específicamente por medio de la educación o el crédito (“desarrollo de un modelo educativo integral que atienda simultáneamente la formación, la profesionalización y capacitación para el empleo“, p. 18; “fortalecer los programas de vinculación entre las instituciones de educación superior y los sectores productivos“, p. 19; promover el auto-empleo y los microcréditos al empleo productivo“, p. 28).

En contraparte, postula otros objetivos como “fortalecer los esquemas de economía social, en especial las cooperativas de producción, servicios, ahorro y consumo” (p. 26), o “alentar otros esquemas económicos, como las cooperativas” (p. 31). Mucho movimiento, como de 180 grados.

Morena le apuesta a la denuncia y la promesa de honestidad, uso de los recursos públicos para beneficio del pueblo y escuchar siempre a la gente. Mientras tanto, de nuestro tema, tampoco ni una palabra, ni con letra muy chiquita.

El Partido Humanista resulta un caso peculiar. Asegura construir su plataforma desde un enfoque de derechos humanos, y es el único que expresamente dedica un apartados tanto al concepto como a las propuestas sobre “economía social y humana”. Lo decepcionante es que el concepto esta supeditado a la productividad de la economía, y las propuestas se desagregan en un conjunto de preceptos sobre otros temas que simplemente diluyen cualquier idea clara sobre la economía social.

Los misterios de las plataformas electorales
Hablar de grandes ideales y objetivos de justicia adorna las plataformas de todos los partidos. La derecha asume los propósitos macroeconómicos y reitera que hasta que reditúen las inversiones y se incremente la productividad, mejorarán los ingresos. Desde hace al menos treinta años dicen que ahora sí, ya merito. ¿Vamos a perder otra generación?

Por su parte, en el bloque de la “izquierda” persiste la fe en el papel “rector” del Estado, y un absoluto desdén por el potencial organizativo, productivo, democrático y autónomo de las organizaciones que practican la economía social y solidaria. Mientras tanto, se apropian de la convicción derechista de que la gente debe capacitarse, aspirar a un buen empleo y ser productiva.

Lo escandaloso es que la economía social y solidaria y el cooperativismo son en el mejor de los casos un adorno en las plataformas de todos los partidos, y un mal pretexto para el autoempleo, en el peor. Sin embargo, la economía social y el cooperativismo se mueven. El reto inmediato es que sus prácticas, valores y experiencias pongan en evidencia las omisiones, distorsiones y contradicciones de los partidos en estos temas.

Fotos: Agencia Enfoque, Uniradio Informa

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