Mundial de prendas tóxicas: Adidas contra Nike

En juego la salud y el medio ambiente, acusa Greenpeace.

Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 16 de junio de 2014

“¿Cómo puedes comparar Nike con Adidas? Adidas es historia, Nike es de baloncesto”, le reclama Xabi Alonso a Cristiano Ronaldo.

Cristiano replica ofendido, “Estas botas de TOP…de jugador de TOP”.

“De jugador TOP pero de plástico, Nike lleva 3 días en el futbol”, replica el Xabi a su compañero del Real Madrid en conversación captada durante un entrenamiento.

Desde el 2012 Cristiano firmó un contrato por seis millones de euros anuales para ser imagen de la marca estadounidense.

El mundial de futbol en Brasil es la cancha donde las marcas deportivas se disputan altos beneficios por los siguientes cuatro años.

Pero en esta competencia destruir al planeta, la cancha de todos, no es sancionable. El árbitro simplemente no existe y es cuando los ambientalistas saltan a la cancha.

Greenpeace les saca la tarjeta verde
Una de las campañas de la organización ambientalista ha sido por la reducción de productos tóxicos en las prendas de vestir y particularmente las deportivas.

Por lo que sus protestas pacíficas y sus estudios técnicos se han centrado principalmente en las marcas deportivas que lideran el mercado: Adidas, Nike y Puma.

El negocio de ropa y accesorios relacionados con la copa del mundo “está valuada en más de 5 mil millones de dólares anuales. Las dos marcas líderes –Adidas y Nike- comparten más del 80% del mercado en varios productos”, apunta el estudio realizado por Greenpeace.

Después de analizar las prendas que se usan y comercializan en la copa mundial de futbol, Greenpeace denunció que contienen “sustancias químicas perjudiciales para la salud y para el medio ambiente como nonifenoles y compuestos perfluorados”.

Con el balón Brazuca: cañonazo al planeta
El balón diseñado por Adidas para la competencia mundial y que es presumido como, “un diseño impresionante” y que fue sometido a “exhaustivos procesos de control de más de dos años y medio en el que participaron más de 600 de los mejores futbolistas del planeta”, no pasó la prueba ambiental.

El Brazuca, orgullo de la tecnología industrial, contiene 20 miligramos de nonilfenoles por kilo, sustancia altamente tóxica pues los desechos durante el proceso de su producción pueden ser vertidos en ríos contaminándolos y en su fauna producir “trastornos e impacto en los sistemas reproductivo e inmunológico hormonales”.

El nonilfenol está prohibido en los Estados Unidos y en la Unión Europea, por lo que las principales marcas establecen sus líneas de producción en países como Vietnam, Camboya, Bangladesh, Ucrania y Argentina.

Adidas prometió jugar limpio
En agosto de 2011, la firma alemana, igual que Nike y Puma, aceptaron comprometerse con la campaña de Greenpeace Detox, y con ello iniciar un proceso para la eliminación de químicos tóxicos en sus prendas deportivas.

La organización ambientalista le da seguimiento a la promesa y confirma “que no están haciendo lo suficiente para desintoxicar la ropa y con eso los ríos”.

Adidas no quiere distraerse en maquillajes verdes y se concentra en mantener su dominio en el negocio del futbol, que lo pone como patrocinador de la copa mundial y además de selecciones como Alemania, Argentina y España.

Nike ha crecido rápidamente y en sus filas se encuentran los equipos de Brasil, Holanda, Francia, Inglaterra y Portugal.

En la feroz rivalidad de las marcas se puede encontrar a equipos vestidos por una y a jugadores calzando botines de la competencia.

El argentino Lionel Messi jugó para Nike durante ocho años, pero ahora lo hace para Adidas, coincidiendo con la selección argentina, pero Sergio Agüero, su compañero de equipo, jugará el mundial con botines de la marca Puma.

Greenpeace presiona de nuevo
Los activistas verdes vuelven a la carga y reanudan sus protestas en contra de las marcas deportivas pero centrando el golpe en Adidas.

Adidas, ¡desintoxica el futbol! es la consigna que se despliega en estadios, monumentos y en las redes sociales.

Un día antes de la inauguración de la competencia mundial, Adidas vuelve a prometer jugar limpio, así lo cuenta Greenpeace:

“Después de haber sido evidenciado por fallar a su compromiso Detox de 2011, en el que prometió una fabricación libre de químicos peligrosos, justo a un día de iniciar la Copa de Futbol que patrocina, Adidas ha regresado a la cancha”.

En este juego rudísimo por el mercado de las patadas, el silbatazo final tardará en escucharse y el acuerdo Detox deberá incluir el ala de la victoria de Nike y la garra felina de Puma.

La Coperacha

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