La Economía Solidaria genera experiencias ejemplares pero no cuestionan el orden capitalista: Massimo Modonesi

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“No logran realmente ser una alternativa general”


Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 18 de febrero de 2014

Historiador, sociólogo y latinoamericanista, Massimo Modonesi, charla con La Coperacha y desde su óptica marxista señala las limitaciones y las ventajas de la economía solidaria. Además, este profesor de la UNAM, echa un vistazo a la experiencia autonomista de los caracoles zapatistas.

De manera elocuente afirma “que la emancipación o es de todos o es de nadie” y ya en confianza futbolera suelta: “no me pierdo un juego de la Lazio y del Toluca”.

Desde tu perspectiva marxista ¿cómo miras a las iniciativas de economía solidaria? ¿Qué te gusta y que problemas le ves?
Me gustan en la medida en que son expresiones desde abajo que le dan sentido y proyección a lo colectivo, se construyen en términos defensivo- resistencial, pero también buscan claves de articulación, de sustentabilidad en el tiempo. Me parecen muy ricas, muy fecundas y dan cuenta de una gran riqueza desde abajo y de capacidades de pensar y de actuar. Y lo fundamental es que hay que valorarlas.

¿Qué problemas les veo? Que a veces no son tan expansivas, son muy de repliegue interno. La comunidad se reproduce sobre si misma pero no forzosamente logra conectarse con otras y a veces se desconecta con la necesidad de cuestionar el orden capitalista.

Las experiencias se vuelven oasis liberados que disfrutan de sus propios procesos y a veces se pasman en eso y después se enfrentan con límites muy grandes. Si no se rompe con la dinámica mercantil a escala general, esos espacios, aún sean muy ricos y todo, pues no logran realmente ser una alternativa general, son alternativas parciales, comunitarias, pero lo social y lo societal también representa un desafío y eso requiere mayores niveles de confrontación y construir las fuerzas para desafiar el orden existente.

Pero hay buenas experiencias
Son experiencias ejemplares, al mismo tiempo no siempre son eslabones que logran concatenarse para dar ese salto cualitativo, que se da a veces por otras dinámicas: crisis, contexto de debilidades de la clase dominante, de sensaciones de agravios transversales y no forzosamente hay acumulación progresiva paulatina en donde desde abajo, desde las experiencias autogestionarias, cooperativas, de economía solidaria, poco a poco se va escalando.

A veces hay desconexiones que se dan en esos frentes de luchas generales y experiencias solidarias que parecen ser de autoconsumo y más aislados. Puede haber una tendencia hacia eso y un vicio que le veo es ese repliegue de la confrontación anticapitalista.

El proceso de economía solidaria siempre debería plantearse cuál es el nivel de impugnación política del orden existente y como se están conectando con luchas, pensarse no sólo como fenómenos realizados que finalmente se reproducen sobre sí mismos.

Es indispensable pensar en una oposición generalizada anti sistémica y entonces yo siento que la economía solidaria a veces se regocija de sus logros micro y no se piensa en clave macro. La emancipación o es de todos o es de nadie.

Construyen en el presente modelo de sociedad liberada, pero es obvio que esa sociedad liberada sólo se puede dar a gran escala, esa es la conexión que siento a veces se pierde en los ejercicios de economía solidaria.

Los caracoles zapatista construyen sus espacios autónomos de poder, ¿cómo ves esas acciones Massimo?
La veo muy bien, es una experiencia que tuvo muchos momentos, que es justo lo que yo creo importante, en donde hubo un ejercicio desde abajo auto referido, comunitario, pero al mismo tiempo una proyección hacia fuera, un pensarse como movimiento político, una convocatoria a otros actores, ahí es donde yo sentí que el zapatismo tenía fuerza.

Creo que la propuesta de la Sexta (Sexta Declaración de la Selva Lacandona emitida por los zapatistas el año 2005) era fundamental, que es justo esa idea: Estamos construyendo cosas desde abajo pero también vamos a tratar de federar distintas experiencia de luchas anticapitalistas.

Creo que el zapatismo históricamente ha combinado la capacidad de articular esos dos niveles, un nivel de construcción real concreta, desde abajo desde lo comunitario y mirarse a escala política, incluso global y pensarse. Yo creo que hay mucha riqueza en esa experiencia.

La figura del cooperativismo ha estado presente desde hace mucho tiempo y ha interactuado en diferentes escenarios económicos y políticos, ¿qué reflexión haces de la práctica cooperativista?
El problema es que se tienen que conectar con el mercado, no tendría objeción al formato, yo creo que es una alternativa a escala generalizada, pero el punto es cómo generalizarlo.

De la cooperativa pa’dentro, yo no vería problemas, al contrario, me parece muy fecundo muy rico y plantea un esquema alternativo, pero de la cooperativa pa’fuera es donde me pregunto, ¿cómo se puede garantizar que cumplan esa función humanizadora de las relaciones laborales que cumplen hacia adentro?

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