Cedesa, medio siglo de camino andado

La defensa del agua y la tierra entre los ejes más importantes de lucha


Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 25 de junio 2015

Dentro de la celebración por los cincuenta años de la organización Cedesa en Dolores Hidalgo, Guanajuato, hace unos días, Joel oferta mermelada de tuna y xoconostle; también nopal en escabeche y algunas botanas. Joel Huerta, hace un par de años regresó de los Estados Unidos a donde buscaba bienestar económico.

Este joven ha acudido a participar en la expo-venta, también a acompañar al Centro de Desarrollo Agropecuario, mejor conocido como Cedesa, en este medio siglo de camino andado. Esta es la organización que le ha ayudado a transformar su realidad, la de su familia y la de su comunidad.

Joel viene de Tierra Blanca, también en el norte de Guanajuato. “A nosotros nos sorprendió Cedesa, pues nos dieron todo el material, gracias a ellos nos capacitamos las personas de la comunidad”. En la casa de Joel se lleva a cabo el cultivo de traspatio y comparte un apiario con otras familias de su comunidad.

Con las capacitaciones que han recibido han instalado un sistema para captar agua de lluvia que utilizan para beber y para uso doméstico. En la comunidad de Joel, como en muchos pueblos del norte de Guanajuato, evitar el consumo de agua extraída de los pozos puede ser vital, pues los casos de cáncer pulmonar derivados por la contaminación del agua en estas zonas crece.

Historia de Cedesa
A principios de los años sesenta, un sacerdote de nombre Guillermo Dávalos influenciado por la teología de la liberación y bajo el trabajo del Secretariado Social Mexicano que intervenía para lograr financiamientos en varias zonas, fomentó el trabajo pastoral rural entre los jóvenes con el objetivo de capacitar a campesinos de la zona en diversos ejes.

Este trabajo fue asimilado por diversos jóvenes que participaban en organizaciones como la Juventud Agrícola Cristiana (JAC). De ahí surgieron un gran número de promotores cercanos al padre Guillermo. Dentro de ese grupo, fue importante la participación de mujeres como Lucha Rivera, Tere Martínez y más adelante Chela Martínez.

Fue en 1965 cuando se constituyó el Centro de Desarrollo Agropecuario A.C. que en un ambiente de caciquismos y ostensible cultura machista, logró destacar un liderazgo encabezado por mujeres.

A finales de los años sesenta, se forza la salida del padre Guillermo de parte de la iglesia más conservadora. Inmediatamente jóvenes promotoras y promotores son reunidos. Nos dijeron: “La semilla ha sido sembrada, a ustedes les toca decidir, dejar que se muera o que germine. Entonces aún sin saber el compromiso que asumíamos, decidimos que no íbamos a dejar morir la semilla”, recuerda Chela Martínez.

Festejo a lo grande
Cedesa ha festejado sus primeros cincuenta años echando la casa por la ventana. Con algunos ritos prehispánicos, una misa, mucha música y mesas de charla con luchadores sociales, Así rescatan el largo camino andado. Padres, promotores, campesinos, organizaciones hermanas participan y reconocen la labor de este proyecto con resultados visibles.

Pero aun dentro del festejo y de las charlas las denuncias no faltan, un campesino que se ha visto en la necesidad de trabajar en la planta industrial de Palmolive por unos meses, denuncia la sobrexplotación que se hace del agua. Él proviene de San José de Iturbide: “No tienen idea de cómo están explotando nuestra agua”, dice. Y reitera que lo ha visto con sus propios ojos.

La Cuenca de la Independencia
La tierra y el agua son dos importantes elementos dentro de la lucha actual y trabajo de Cedesa, por eso las capacitaciones en las comunidades tienen como elemento fuerte el uso de agua de lluvia. El ser una zona sobrexplotada por las corporaciones, ha derivado que hoy en día el agua de los pozos esté contaminada.

Chela Martínez, quien está al frente de Cedesa, explica a La Coperacha que uno de los retos es “la defensa de este territorio degradado, ultrajado y violado”. Es un desafío que comparte con otras organizaciones de siete municipios de los que se ha formado una coalición.

En el marco del festejo de sus cincuenta años, Cedesa reinaugura una maqueta de la región, conocida como la “Cuenca de la Independencia”. Derivada de un proyecto con objetivo de conocer el sistema hidráulico de la zona, permite a las organizaciones de la zona conocer sus cuenca. “Esta maqueta nos da orgullo e identidad”, dice con voz firme Chela Martínez.

“Nos da la oportunidad de ponernos al tú por tú con las autoridades porque sabemos como funciona”, agrega Chela.

El investigador de la UNAM, Marcos Adriano, quien ha trabajado junto con Cedesa y otras organizaciones es quien encabeza la reinauguración. Luego de cortar el listón refiere que hay unos 3 mil pozos en la zona, que hay un abatimiento de 2 a 10 metros por año, situación que provoca la contaminación. “Estamos extrayendo aguas fósiles, sodio, magnesio por contacto con las rocas de origen volcánico”, dice el Geólogo.

Un alto en el camino
Actualmente en Cedesa hay varios grupos de trabajo en ramas como la medicina alternativa, apicultura y agua. Los niños reciben talleres sobre salud, música y pintura. Además se fomenta el comercio comunitario y son organizadores de la Feria de la Vida Digna durante el mes de agosto desde hace quince años y en la que utilizan su propia moneda de nombre Mezquite.

Para Chela Martínez “estos cincuenta años son un alto en el camino”. Entre agradecimientos reconocimientos, reencuentros, abrazos y sonrisas se presenta al equipo actual de esta organización. Es cerca de una veintena de personas entre las que destaca gente joven, es visible que hay cambio generacional dentro de Cedesa.

Es difícil hacer una evaluación del trabajo de esta organización en medio del festejo. Pero de su propia voz, mujeres jóvenes, maduras y de edad, afirman que han ganado su lugar en la comunidad.

Aunque hay un pastel, abundante comida y hasta unas cervezas, experiencias de emancipación como la de la comunidad de Joel también son parte de esta celebración. Es parte de la apuesta que ha hecho Cedesa por cincuenta años en la organización comunitaria y comunal.

Por ahora Joel no piensa en regresar a los Estados Unidos, él cree que hay más conciencia en la gente. “Cuando llega Cedesa y los investigadores empiezan a explicar la situación del agua a la comunidad empiezan a participar más”, narra.

“Cedesa es un instrumento para que las comunidades se organicen y luchen, es la gente la que tienen que ser protagonista de su propio proceso”, sentencia Chela.

La Coperacha

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