Fausto, la moneda universitaria

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“Tratamos de romper esa aula que es fría y jerárquica, por un aula más viva”


Pablo Correa
Ciudad de México // 08 de noviembre de 2013

José Mario es estudiante en la Facultad de Economía de la UNAM y explica a una compañera sobre la demencia de Calígula, lo sanguinario de Nerón y sobre la personalidad del maltrecho emperador Claudio. Es un apasionado de la historia de Roma, y ofrece como servicios algunos cursos y charlas de historia antigua por solo 4 Faustos, la moneda universitaria.

Lo anterior ocurre dentro de la feria “Multitrueque Fausto” que se lleva a cabo semestralmente en la Facultad de Economía. Organizada y promovida por profesores de la UNAM tiene como objetivo que los alumnos entiendan cómo funciona el dinero, y que reconozcan alternativas a este. “Es la primera vez que participo en algo así, y hasta hace poco no sabía de la existencia del dinero comunitario”, explica José Mario.

Aulas viva
Como José Mario hay muchos estudiantes que este semestre están utilizando su propia moneda universitaria conocida como el Fausto. “Tratamos de romper esa aula que es fría y jerárquica, por un aula más viva”, explica el profesor Antonio Mendoza, uno de los impulsores de este dinero comunitario.
Dentro de la materia de Investigación y Análisis Económico (INAE) que se imparte “hay en el programa temas que se asocian con la economía solidaria y hay un tema en particular que es el dinero”.

“Además de tocar el tema del dinero convencional, también analizamos lo que es el dinero alternativo y comunitario. Les presentamos algunos videos de monedas como el Tumin, Tláloc o el Itacate, entonces los estudiantes se empiezan a motivar, y se dan cuenta que es posible hacer un ejercicio con nuestra propia moneda”, agrega el profesor.

No es kermés
A esta feria que se lleva a cabo desde hace 4 semestres, asisten estudiantes de otras facultades e incluso de otras universidades como la UAM. Entre los asistentes se escuchan todo tipo de comentarios. “¿Dónde consigo los Faustos?” “¡Vente a la Kermés! Dice uno. No es Kermés, se llama Multitrueque, contesta otro.

Entre libros, folders, nieves, arreglos florales y pláticas, los estudiantes hacen sus primeras compras con el Fausto. En los primerizos hay cierta pena, mientras que los más experimentados lo hacen de forma holgada.

“Estamos buscando que los chavos miren que hay otras alternativas de vida”, comenta la profesora Claudia Valadez, una de las académicas que promueven el Fausto.

“La intención es que produzcan, que elaboren algo que sea útil al resto de personas y al mismo tiempo se busca que ofrezcan servicios de cosas que ellos saben hacer. Incluso, como uno de los muchachos, que ofrece asistencia y cursos de mecánica”.

En la feria hay asistentes con amplia experiencia en el uso de monedas alternativas como el Mixhiuca o el Tláloc, que a su vez están ayudando en la organización y orientación. Aquí cualquiera puede participar, y la única condición es que tomen el taller del dinero comunitario.

Flores pa´la banda
Adriana Montesinos cursa el primer semestre en la carrera de Trabajo Social de la UNAM, “es la primera vez que participamos, pues nos llamó la atención en qué consistía todo esto, no es como el trueque que todos conocemos, sino una forma distinta de dar a conocer lo que producimos y lo que otras personas producen”.

Junto con sus compañeros ofrece stikers, aretes, velas, servicio de fotografía, y la elaboración de arreglos florales. Al igual que sus compañeros nunca habían utilizado otra moneda que no fuera el peso. “Se nos hace una manera distinta de poder obtener algo sin necesidad de usar el dinero como tal. Hoy estamos recibiendo Fausto y Quetzal”.

Quetzal
Mientras que el Fausto es usado sólo por productores y consumidores, denominados prosumidores, también hay una opción para la comunidad estudiantil que sólo está interesada en consumir. La moneda par estos alumnos es el Quetzal y es similar a la moneda convencional.

“El Quetzal tiene el objetivo de integrarlos y que vean como entre los mismos jóvenes se están integrando formas de organización diferente, que les dé como curiosidad”, explica la profesora Claudia Valadez.

“Es un gran reto pues aunque hay incredulidad, también hay mucha curiosidad, o incluso angustia, pues los estudiantes se preguntan ¿Que voy a hacer para vender?”

Fausto
La organización e incorporación de una moneda para los universitarios ha sido fácil pues requiere esfuerzos semestrales. “Es un reto porque no dejamos de depender de los ciclos escolares”, comenta el profesor Antonio Mendoza.

“Buscamos que los alumnos sean los que tomen la iniciativa y que se vaya instaurando hacia un mercado comunitario de estudiantes”

¿Cómo podemos definir al Fausto?
“Yo soy de la idea de que se puede definir como una moneda comunitaria universitaria”.

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