Tres días de Mezquite y trueque en Dolores Hidalgo, Guanajuato

“El acto de desobediencia económica más significativo en el país”


Pablo Correa
Dolores Hidalgo, Guanajuato // 07 de agosto de 2013

“A veces cuando me iba tenía sólo lo del pasaje del camión y lo único que hacía era trueque, con eso me ayudé a criar a mis hijos”, narra Doña Irma Martínez, quien desde hace unos 20 años comenzó a intercambiar productos en Michoacán. “Era un gusto verlos que comieran de lo que había conseguido con el trueque”, agrega.

Doña Irma es de San Miguel Nocutzepo, Michoacán, pertenece a un grupo de mujeres productoras que realizan artesanía de manta. Ella es una de las y los 300 productores que el fin de semana pasado se han dado cita en la Feria de Productores y Consumidores Vida Digna celebrada en la Alameda de Dolores Hidalgo en Guanajuato.

La Moneda es sólo un valor de cambio
Dentro de esta Feria anual “Vida Digna”, el compromiso que adquieren los productores es el de utilizar la moneda ferial conocida como “Mezquite” para realizar compras. Antes, las personas deben recibir un pequeño taller sobre el uso de este dinero para poder interactuar con sus homólogos productores.

“Con el vale del Mezquite nos compramos entre productores y generamos un mercado comunitario”, dice Claudia Caballero usuaria y estudiosa de las monedas comunitarias.

Explica Claudia que de manera cotidiana se piensa que el dinero por sí mismo es valioso. “Nos creemos ricos cuando tenemos mucho dinero, y nos creemos pobres cuando no tenemos”, ejemplifica. Resalta que a estos vales como el Mezquite, les llamamos dinero porque nos sirve para intercambiar productos y servicios, por lo que se genera un sistema de confianza y de ayuda mutua entre quienes participan.

“Lo que hace el dinero es que nos ayuda a adquirir los productos que necesitamos para nuestra vida. Pero entonces lo valioso no es el dinero, lo valioso es lo que conseguimos con el dinero”.

Desobediencia
Durante los 3 días que dura esta Feria participan productores de 17 estados de la República que van de Chihuahua a Chiapas. Por todos lados se comenta entre sus participantes, que es “el acto de desobediencia económica más significativo en el país”.

Cooperativas, colectivos, grupos de productores, promotores de la economía solidaria, académicos y visitantes en general, utilizan el trueque, el dinero comunitario y la solidaridad como lenguaje común.

Esta feria que cumple 14 años, fue inspirada en un movimiento comunitario que se generó a finales de los 90 denominado “Vida Digna”. Organizada por el Centro de Desarrollo Agropecuario (CEDESA), decidió tomar el lema y pasó de celebrarse en locales propios, a colocarse hoy en día en la Alameda de Dolores Hidalgo, lugar donde inició la lucha de independencia mexicana.

Luis López Llera, perteneciente a la Red Tláloc y uno de los pioneros en el uso del dinero social, comenta que “ya desde la décima feria se está multiplicando la creación de monedas comunitarias en muchas localidades”.

“Estar en esta feria es un privilegio, aquí es la cuna de independencia política que el cura Hidalgo hace 200 años impulsó, ahora necesitamos una independencia cultural y económica”.

Trueque
Juan Castro, uno de los promotores de la moneda Túmin en Veracruz, este año ha venido a platicar sobre esta moneda social y ha hecho algunas negociaciones con monedas diferentes.

“Me compraron miel y pagaron con pesos, Túmin y Mezquite en una misma compra. Entonces de esa manera la gente se ayuda para completar sus gastos. De medio litro de miel que cuesta 40 pesos, pagaron 20 pesos, más veinte túmines y 10 mezquites”, cuenta.

En esta feria en la que participan sólo productos mexicanos de primera calidad, sobra la interacción y experiencias humanas como la de doña Felícitas Gutiérrez Hernández que ha venido desde Guadalajara. Ella hace blusas, bufandas, pantuflas y todo el año teje para traer cosas a vender e intercambiar.

Este año Doña Felícitas utilizó pocos mezquites y perdió algunos, así que los pagó con unos zapatitos de los que hace. Camina a paso veloz con dos frascos de miel que huelen a trueque.

¿Truequeó algo señora?

“Cambié rebosos, chalecos y pantuflas por canastos, cazuelas de barro, y ahorita con una señora hice un trueque de una blusa artesanal por 2 litros de miel.

“A mí me interesa mucho llevar comida a mi casa, porque soy persona de la tercera edad, viuda y ya mis hijos todos se fueron, entonces yo tengo que sostenerme.

“A mí me sirve todo lo que yo tejo en el año, porque aquí lo truequeo y ya llevo mucho alimento”.

¿La vamos a ver por acá el año siguiente?

“Si dios nos presta vida, por aquí andaremos”.

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