Confeccionar la experiencia

Este 2012 las seis cooperativas textiles agrupadas como parte del programa “Qué buena puntada” y que fabrican uniformes escolares a las escuelas de la capital mexicana, enfrentan su mayor reto desde su conformación, lograr su independencia.


Jéssica Ramírez y Pablo Correa
Ciudad de México / 19 de abril de 2012

Ante el escenario electoral que traerá consigo el cambio de administración en la Ciudad de México para el siguiente año, el panorama es incierto, pues no existen garantías de que este programa que ha dado impulso a las cooperativas tenga continuidad.
Ollintzin Gente en Movimiento es una de las cooperativas que trabajan en el diseño corte y confesión de uniformes escolares que el gobierno capitalino otorga de manera gratuita a los niños de las escuelas públicas de la ciudad. Compuesta en un 80% por mujeres por arriba de los 40 años, Gente en Movimiento confecciona su principal desafío, el de ampliarse y consolidarse en el mercado textil.

La mayoría de los miembros de la cooperativa Gente en Movimiento tienen experiencia probada en el ámbito textil, muchos de ellos provienen del trabajo en fábricas con una forma organización tradicional dentro del esquema obrero-patronal. “En una fábrica somos esclavos, aquí somos una familia”, dice una de las socias. “En una cooperativa no hay patrones y pensamos de distinta manera, mientras que en la fábrica tienes horario y no te importa nada más”.

Además de los uniformes escolares, esta cooperativa ha trabajado la elaboración de chalecos para los franeleros y cooperativas de bicitaxis del centro histórico dentro del programa de gobierno local, igualmente ha trabajado importantes pedidos para la Fundación Wall Mart y el Banco de Alimentos.

Hasta ahora no hay indicios claros respecto a la continuidad o implementación de un programa como el de “Qué buena puntada” que de certeza a las cooperativas sobre su relación con el gobierno capitalino para el próximo año. “No sabemos si habrá continuidad en los programas sociales, no hay nada estipulado ante la ley, eso dependerá del gobierno que quede”, dice Pilar Campos.

Para este año el trabajo requerido por el Gobierno del Distrito Federal se ha reducido de manera considerable, mientras que el año pasado fueron producidos 52 mil uniformes, para este apenas se contemplan 11 mil. Actualmente están a la espera de materia prima para entregar los últimos trabajos del año que se entregarán antes de las elecciones y cuya fecha tentativa sería a principios de mayo.

“Hasta ahora las propuestas de los candidatos por el gobierno del Distrito Federal respecto al tema del cooperativismo han sido muy escuetas”, dicen las cooperativistas. Dentro de las propuestas conocidas de los tres candidatos que podrían gobernar la ciudad, solo dos han hecho referencia al tema cooperativo.

La candidata del PAN, Isabel Miranda de Wallace, aunque se centra en el fomento empresarial, propone crear un fondo destinado al apoyo para la creación de empresas cooperativas. Por su parte el candidato del PRD, Miguel Ángel Mancera, ha propuesto dar cumplimiento inmediato al programa general de fomento cooperativo de la ciudad. En lo que se refiere a la candidata del PRI, Beatriz Paredes, hasta ahora no se conocen propuestas respecto al tema, aunque hay que recordar que las fechas para campañas y por tanto para propuestas electorales serán a partir de los primeros días de mayo.

Según cifras de las Secretaria del Trabajo a casi 4 años de surgimiento de su programa el total de uniformes hechos por las cooperativas textiles es de 2 millones y pronto llegará a los 2 millones y medio, por lo que para muchas de estas asociaciones es la principal fuente de ingresos. De ahí se deriva la incertidumbre respecto al rumbo que siga esta política laboral para el siguiente año.
Por su parte Gente en Movimiento hoy busca estrategias para desarrollarse dentro del mercado textil, así esta asociación contempla el acercamiento tanto con cooperativas grandes como escuelas particulares con el fin suplir la producción de uniformes que se maquilan actualmente. También consideran diversificarse en otras líneas como la del hogar, con colchas, sábanas y otros productos. “Esperamos siga habiendo uniformes porque es una buena fuente de ingreso, pero somos independientes y podemos buscar el trabajo por nosotros mismos, somos autónomos”, dice Pilar.
“Aunque ya nos hemos hecho a la idea, todo tiene un principio y un final. Debemos buscar otros caminos, la experiencia ya la tenemos”.

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