Cooperativa Integral Catalana: moneda, vivienda, salud y educación comunitarias

“No se trata de ir contra el sistema, sino de salir del sistema”: Xavier Borràs, socio fundador.


Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 23 de abril de 2013

Son más de mil doscientos socios, han conformado un sistema integral que abarca la salud pública cooperativista, la vivienda social, la educación autogestionada y la moneda propia.

Son los socios de la Cooperativa Integral Catalana (CIC), quienes desde mayo del 2010 iniciaron este modelo “para subvertir la realidad salvaje que sufrimos”, según describen en su sitio web.

Xavier Borrás, socio fundador de la CIC, explica que “no se trata de ir contra el sistema, sino de salir del sistema”.
Incluso los socios de la CIC asumen que forman “una propuesta constructiva de desobediencia y de autogestión generalizada”, que toman sus decisiones en asambleas y basan su organización en la confianza.

Salud Cooperativista

Bajo la premisa de que la salud es un derecho, en el edificio Aurea Social, ubicado en la calle Sardenya num. 263 en Barcelona, se erige el Centro de Autogestión Primaria de Salud (CAPS), como uno de los ejes principales de la CIC.

El CAPS es la sede donde la Cooperativa Integral impulsa el modelo de Salud Pública Cooperativista, ahí “facilitadores de salud” acompañan a pacientes para buscar soluciones a problemas médicos.

La Salud Pública Cooperativista replantea los significados de “salud” y “enfermedad” (usados como formas de control y autoridad). Para la CIC en el modelo de salud cooperativa el paciente se vuelve un sujeto activo y responsable del mantenimiento de su propia salud. A esto también le denominan “la humanización de la salud”.

Quien desee hacer uso del modelo de salud pública cooperativista debe volverse socio, para ello habrá que pagar 30 euros (que serán devueltos si el socio abandona) y no habrá que pagar más, el resto puede hacerse con horas de trabajo o con moneda social.

Eco, la moneda propia

Se llama Eco o Ecoxarxes, es una “moneda libre” que se usa a través de un programa de cómputo, es decir es una moneda virtual, sin embargo cada socio la puede usar para adquirir productos elaborados por la CIC o sus servicios, como dentales, guarderías, o pagar el alquiler de la vivienda social.

Los Ecos también sirven para ser canjeados con terceros que prestan servicios a la Cooperativa Integral como algunos productores agrícolas o profesionales de la salud.

“Un socio activo de la Cooperativa puede vivir con unos 150 Ecos-básicos al mes”, el término “básicos” hace referencia a que se deben intercambiar durante ese mes, se explica en un reportaje publicado por el diario 20 minutos de España. “Con esta aportación se sufraga la comida y la contribución voluntaria al sistema de salud pública mancomunado”, señala el diario.

Vivienda social

Con el objetivo de cubrir necesidades de vivienda colectiva, la Cooperativa Integral ha creado la Oficina de Vivienda, que cuenta con varias “herramientas” (que buscan resquicios legales para ejercer este derecho) como la Ocupación, el Contrato de cesión de uso, la Masovería, las Caravanas autosuficientes, Hipoteca social, entre otros.

Con la CIC la vieja práctica de la Ocupación de inmuebles abandonados ha dado un giro, pues personas afectadas por desalojos judiciales “deciden ocupar la vivienda para impedir la desposesión forzada”.

El Contrato de cesión de uso, otro de los ejes de la Oficina de Vivienda, ocurre cuando la persona que renta y el casero acuerdan dar uso del inmueble a cambio de su mantenimiento sin pago de alquiler.

La Masoveria es otra práctica usada por la CIC, consiste en una cesión de inmuebles rurales o urbanos a cambio de mantenimiento, rehabilitación o productos agrícolas. Así también existe la alternativa de las Caravanas autosuficientes o casas rodantes, “que permiten compaginar la vida nómada con la sedentaria”.

La Hipoteca Social “alquila pisos hipotecados, para asegurar vivienda social a los deudores que no pueden seguir pagando su hipoteca.” Así quien no pueda pagar “arrendará por cinco años a la cooperativa y será socio, ésta se encargará de ofrecerle otra vivienda de alquiler a un precio social, que no supere los 4 euros por m2, explica la Cooperativa Integral.

Educación autogestionada

Como una manera de salirse del sistema de educación estatal y ejercer el derecho humano a la educación, la Cooperativa Integral ha propuesto las escuelas libres y las iniciativas comunitarias de aprendizaje.

Ante el vacío legal en el que están las experiencias de educación alternativa a partir de los 6 años, la CIC ha planteado hacer uso del derecho de una familia a escoger la educación libre de los hijos y ofrece como alternativa la creación de cooperativas de educación con reconocimiento legal a través de escuelas a distancia.

Ejemplos de ello son la Clonlara School o Epysteme, que proporcionan certificados a familias que quieran educar a sus hijos desde casa o en proyectos educativos alternativos.

De acuerdo a las palabras de la propia CIC, la protección legal para las propuestas de educación alternativa es un reto para la educación libre, por eso han creado una red educativa integrada por un conjunto de proyectos escolares, bibliotecas sociales y universidades libres.

El modelo de la Cooperativa Integral Catalana se ha ido extendiendo no sólo en la península Ibérica, de acuerdo a medios europeos ha tenido sus réplicas recientes en Italia y Francia, se han vuelto como pequeños sismos que amenazan resquebrajar el sistema.

Para conocer más sobre la CIC, déle click aquí.

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