Diez años de Encuentros de Economía Social y Solidaria en Mont-Blanc

“Apuntamos a sustituir competencia por solidaridad, el desperdicio por reutilización, la apropiación individual por la puesta en común”.


Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 06 de enero de 2016

A más de 4 mil metros sobre el nivel del mar, en medio de los Alpes franceses, Mont-Blanc se ha vuelto un punto tradicional de encuentro de personas con largas escaladas hacia los picos de la economía social y solidaria en todo el mundo.

Hace unas semanas concluyó en la Villa de Chamonix, Francia, el décimo aniversario de Los Encuentros del Mont-Blanc (EMB) y el séptimo Foro Internacional de Dirigentes de la Economía Social y Solidaria (ESS), donde 380 delegados de 40 países, entre ellos México, aportaron sus reflexiones de las cosas que se pueden hacer desde la economía social para recomponer un poquito al planeta.

Si bien el eje primordial del encuentro fue la ESS para el Desarrollo Humano y Sustentable de las Ciudades y los Territorios, se abordaron temas como la soberanía alimentaria, los cambios climáticos, financiamientos en las ciudades y territorios, inclusión social, justicia social y medioambiental y políticas de desarrollo justas.

También se trabajaron temas como las transformaciones de los modos empresariales en tanto cultura y desarrollo, innovaciones técnicas y sociales, formas de empleo y tendencias digitales. Otras ideas que se plantearon fueron el desarrollo de una guía con mil iniciativas participativas para inspirar las buenas prácticas; una Conferencia Internacional de financiamiento de las ESS; un guía internacional de legislación de la ESS; crear indicadores propios para esta economía, capaces de medir su fuerza y pertinencia para el desarrollo y el bienestar humano; así como la creación Polos de Desarrollo Territoriales.

El chip mexicano
De parte de la delegación mexicana, Juan Gerardo Domínguez, de la Confederación de Cooperativas por la Emancipación Social, aportó a las reflexiones los temas de la innovaciones tecnológicas en un contexto de la privatización total del internet, la supervisión con fines de espionaje, la invación a la privacía de la información y ataques crecientes de hackers mercenarios contra movimientos sociales.

El mexicano planteó en Mont-Blanc que el internet debe ser visto como un eje estratégico en la ESS, así también la ciencia y la tecnología deben ser patrimonio social, “por lo que no aceptamos la lógica de las patentes y de la propiedad privada intelectual”.

Ante los 380 delegados Domínguez propuso pronunciarse por la “neutralidad” del internet y el desarrollo del “software y hardware” libres. Para ello planteó “enfrentar el terrorismo tecnológico con nuestras propias herramientas”, popularizar los desarrollos tecnológicos alternativos entre los movimientos sociales y cooperativas, así como frenar las leyes sobre vigilancia con fines de espionaje político.

Economía Verde boliviana
La delegación boliviana, encabezada por Elizabeth Peredo, de la Fundación SOLON y el Observatorio Boliviano por el Clima, señaló que en el mundo hemos sobrepasado la capacidad atmosférica del buen clima, por lo que si no se mitiga la crisis del cambio climático los glaciares sólo durarán entre 30 y 40 años.

Para enfrentar esa problemática, en Bolivia se ha impulsado la Economía del Cuidado y la Economía de los Bienes Comunes con 450 centros de riego administrados por la comunidad, dijo Peredo. Luego propuso a la Economía Verde Globalizada como un nuevo paradigma para el desarrollo que contribuya a la reducción de la demanda del consumo.

Mujeres argentinas
La representante argentina de la Universidad Nacional del General Sarmiento, Natalia Quiroga, puso énfasis en la participación de las mujeres en la economía popular y solidaria, lo que ha servido para abrir la perspectiva de género y desvincular la reproducción del mercado capitalista.

Como ejemplo describió el movimiento en torno a las empresas recuperadas y convertidas en cooperativas, que desde 2001 han creado nuevos bienes comunes como el transporte, la vivienda y la industria.

Políticas públicas en Canadá
En Montreal, Canadá, se logró un cambio al estatuto de gobierno local para que exista preferencia en la proveeduría de bienes y servicios a organizaciones de la ESS, dijo Monique Vallée, representante del Comité Ejecutivo de Montreal. Otras de las acciones desarrolladas en aquél país de Norteamérica fueron un exhorto de las autoridades para que las empresas privadas compren al sector social de la economía, así como programas para que jóvenes pertenecientes a estas organizaciones se beneficien en la construcción de viviendas, cultivos de tierra, almacenaje y distribución de alimentos.

Acuerdos, tareas y pendientes
Luego de los tres días de reflexiones delegados del EMB firmaron una declaración final encaminada a hacer frente al cambo climático, la pobreza, la desigualdad económica, el desempleo y en favor de la igualdad entre el hombre y la mujer, la participación ciudadana “de abajo hacia arriba” en las actividades económicas y sociales y en las decisiones democráticas, la seguridad alimentaria, la mejora de los sistemas de educación y de salud.

“Apuntamos a sustituir competencia por solidaridad, el desperdicio por reutilización, la apropiación individual por la puesta en común, la verticalidad por gestión colectiva, la ganancia por el objetivo del bienestar de los miembros, el acaparamiento para unos pocos por el reparto de las ganancias, la especulación financiera por la producción de bienes y servicios, la acumulación por la reinversión, la explotación por la ayuda a los más débiles”, firmaron.

Para ello señalaron a la gestión territorial como el “centro de la construcción de un nuevo modelo de sociedad que parte de las iniciativas locales”. Y que deberá tener por objetivo final “la transformación de los sistemas de producción energético, alimentario, de movilidad y de financiamiento”.

Fotos: EMB

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