Ediciones Tumbona: Las librerías de hoy son supermercados

En contra de lo acartonado y solemne, esta cooperativa ha editado alrededor de 70 títulos que van de la literatura, la desobediencia y la crítica, hasta la escritura más radical y contestataria.


La Coperacha / Pablo Correa
Ciudad de México // 12 de febrero de 2014

Cuando Ediciones Tumbona publicó el libro “Taller de Taquimecanografía”, no faltaron los libreros que colocaron el ejemplar junto a los manuales de mecanografía, no obstante que se trataba de una propuesta literaria escrita a cuatro manos que explora la creación horizontal y colaborativa. El chiste se cuenta sólo.

Así como su “Taller de Taquimecanografía” perteneciente a la Colección Anómalos y no entendida por las librerías, La Tumbona cuenta con al menos 8 colecciones marcadas por una copeteada dosis de frescura y varios kilos de insolencia. Las colecciones van desde las prosas fugitivas, píldoras amargas hasta la permanencia voluntaria.

Editoriales Independientes
Hace unos días el conocido escritor y editor español Jorge Herralde, en entrevista para un diario, explicó que el fenómeno de las editoriales independientes es un movimiento que se extiende.

“En general son editoriales muy bien orientadas y condenadas a la excelencia porque para distinguirse entre las muy numerosas tienen que adquirir pronto un perfil personal que inspire confianza al lector”.

Herralde, también explica que la concentración editorial que comenzó a finales de los ochenta se ha ido recrudeciendo en el mundo anglosajón.

Las librerías son supermercados
La escritora Vivian Abenshushan, quien forma parte de la cooperativa La tumbona , señala que pocos años después de que entrará el TLC se resintieron los estragos no sólo en el campo y en las pequeñas industrias, sino también en el territorio de la cultura.

“Las librerías de barrio empezaron a desaparecer, se empezaron a esfumar poco a poco, empezaron a desaparecer aquí en Coyoacán, en el centro y luego en todas partes. Y lo que sobrevivió fueron las grandes cadenas de libros, cuya lógica es muy distinta a las librerías de barrio, hubo una pérdida enorme de la cultura del libro”.

“En términos económicos lo que sucede es que las librerías funcionan como supermercados, los libros se convierten en una mercancía perecedera como el salchichón y el yogurt, entonces en tres meses si tu libro no tiene grandes ventas te lo regresan y ya no tiene una segunda oportunidad”, explica.

Viaje a Argentina
Junto con el escritor Luigi Amara, Vivian viajó a Argentina en 2005, poco después de la devastadora crisis económica de este país sudamericano. La autora de Escritos para desocupados, narra que observaron un gran movimiento político, una movilización comunitaria y una reorganización de la sociedad argentina.

“Muchas editoriales independientes pequeñas, mucho cine independiente, mucho teatro callejero, es decir, había una respuesta de la sociedad frente al colapso del mercado y del estado”.

A su regreso a México y con las maletas llenas de libros de muchas editoriales independientes que replanteaban la idea del libro, comenzaron a “acariciar” la idea de la editorial.

Laboratorio social
Un par de años después nació la idea de hacer la cooperativa “como un lugar horizontal en donde no hubiera un jefe, ni un checador de tarjeta, en donde las responsabilidades y las ideas se discutieran colectivamente, en donde las apuestas personales se pusieran en juego”.

Desde su inicio hace 8 años, esta editorial ha publicado cerca de 70 “Libros heterodoxos con espíritu irreverente”. Conformada por Cristian Cañibe, Vivian Abenshushan, Verónica Gerber, Manuel Cañibe, Aribela Trejo, Selene Díaz y Luigi Amara; La Tumbona ha abierto el espacio a géneros literarios como el cuento o el ensayo que el mercado librero desdeña.

Como pocas editoriales, posee títulos de descarga gratuita como Contra el copyright , Desobediencia Civil , Contra La tele-visión , Sonideros en las aceras, véngase la gozadera .
Lo mismo hace coediciones con universidades y hace alianza con otros colectivos. “Nos interesaba explorar otras economías de dimensiones humanas”.

Para los lectores que caminamos con cierta insolvencia libresca en los terrenos editoriales, La Tumbona puede ser el eslabón que nos lleve a las canchas más llaneras e imaginativas de las editoriales independientes.

La tumbona es un “laboratorio social”, “un proceso de horizontalidad auténtica,” y “una propuesta estética, editorial y política”.

También es un lugar en donde uno se echa a leer, a contemplar el mundo, o como dice cierto diccionario, una cama que se puede reclinar hasta permitir que el usuario se incorpore y lea, o bien permita el descanso o el bronceado en posición horizontal.

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