Propician el encuentro entre aparentes desconocidos.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 02 de agosto de 2013
En torno a una olla molera se reunieron aparentes desconocidos. De la olla salía fuego y no comida. Los ahí aglutinados quemaban papeles con los nombres de las cosas que debían morir en este mundo viejo: “la violencia”, “la ambición”, “la indiferencia” y otras obsolescencias a su parecer.
Esta escena formó parte de un Ágora de Fuego desarrollada en el Jardín Río de Janeiro de la colonia Roma, una de las manifestaciones recurrentes de este colectivo incandescente.
Toman el nombre de Ágoras de Fuego por el lugar donde se reunían los ciudadanos griegos a debatir, el Ágora; y por las fogatas colectivas de Cherán, donde indígenas purépechas se defendieron de talamontes y sacaron a los partidos políticos de su comunidad.
Los aparentes desconocidos
El encuentro de La Coperacha con estos agoreros se llevó a cabo en un cuartel general ubicado en el sur de la Ciudad de México. Ahí se cooperaron, compraron cervezas y planearon la siguiente Ágora flamígera.
Aaron Maiden, Master Moloch, Arcano Maestro, Navi Mv, Adrianarkía, Ivone y Cruz Lee, cruzaron sus caminos en 2011 cuando el movimiento mundial de indignados tuvo eco en nuestro país con la Asamblea Mx Toma La Calle.
De aquel lejano 15 de octubre surgieron experimentos autogestivos, como la Mesa de Economía Solidaria y las Ágoras de Fuego.
La agorera Adrianarkía, joven de apenas un par de décadas, recuerda aquella experiencia asamblearia como “un intento muy valioso de crear comunidad urbana, basada en la horizontalidad, en el no liderazgo y en el pensamiento colectivo”. Los desconocidos apenas se organizaban.
“Los desconocidos tenemos más cosas en común de lo que pensamos”, agrega Cruz Lee, diseñador indignado. Esta afirmación la ponen a prueba cada que realizan un Ágora Callejera, donde instalan bocinas, micrófonos, cables y hacen un programa de radio en vivo.
Ahí mientras lanzan preguntas a las personas que caminan por la calle sobre qué le quitarías al mundo o qué le hace falta, los agoreros se dan cuenta que los desconocidos son más conocidos de lo que aparentan.
La comunidad es el espíritu original de estás Ágoras of Fayaaa.
El dinero, marmaja o cash
La charla con los agoreros discurre en temas sobre la comunidad y de pronto se frena con el dinero.
“Si no existiera el dinero, todos seríamos ricos, de hecho ahora mismo todos somos ricos, nada más necesitamos verlo”, jura Aaron Maiden, agorero diseñador y ciclista.
“No estamos en contra del dinero, pasa que ya no funciona”, prosigue Master Moloch, periodista y facebookero, y le echa más leña al Ágora: “El dinero viene siendo un ente arcaico que va a desaparecer, es un recurso absurdo que hace miles de años tuvo un beneficio para la humanidad pero que hoy es un obstáculo”.
Para Ivone, señora que se muestra en verdad indignada, “el dinero en estos momentos es el valor central, incluso se puede considerar como un dios, al que todos siguen, todos son devotos”. Para ella, el valor principal debería ser la vida.
¿Y qué podemos hacer?
Estos chicos que se han organizado en torno al fuego hablan de muchas alternativas, por ejemplo el trueque, las gratiferias, los bancos del tiempo o el don, el regalar.
“Me ha maravillado el trueque itinerante que se ha hecho en varios lugares, como Espacio Creativo y la Casa Estudio 314”, apunta Cruz Lee, que algo tiene que ver con Tom Cruz y Bruce Lee, según lo delatan sus facciones y ADN.
Cruz Lee explica que para hacer un trueque itinerante se convoca por medios electrónicos y carteles alrededor del barrio donde se llevará a cabo, ahí la gente acude con algunos objetos para intercambiar y para tallerear, hay talleres de huertos urbanos y de poesía.
Las gratiferias parecen sacadas de la jauja, “son básicamente regalar cosas, ahí no hay que preguntar nada, si no solamente tomarlo y llevártelo”, continúa Cruz Lee, quien ya no suelta el micrófono.
Los agoreros recuerdan una gratiferia cuando un policía acudió, tomó un disco y preguntó a quién debía pagarlo, un joven que estaba ahí nada más mirando le contestó, “a nadie, nada más llévatelo y ya”, lo que generó ojos insólitos en el uniformado.
“Otra alternativa económica que es la del don, la del regalo. No pensamos que sea una alternativa económica y sin embargo lo es”, espeta Aaron Maiden.
¿Y el cooperativismo?
Aaron Maiden y Cruz Lee, que tienen una cooperativa de diseño gráfico no contestan, seden la voz a Ivone.
“El cooperativismo es una opción lateral a otras manifestaciones como el trueque porque se fundamenta en el ser humano, y bien cualificado sería una muy buena alternativa para dar un golpe al sistema neoliberal”, afirma la agorera.
Ya para entonces la cerveza que circulaba se había terminado y debían ir por otra ronda, pero antes se les pregunta ¿Y ustedes qué ganan?
“En términos monetarios nada, pero en términos de la distribución y ampliación de la conciencia, eso es lo que nosotros ganamos”, contesta Master Moloch.
“Justamente estamos experimentando, estamos toda la sociedad mexicana incluso los que ni siquiera lo han pensado, estamos buscando alternativas a la economía formal, porque evidentemente la economía formal no está resultando ya efectiva”, remata Moloch y la entrevista acaba.
Salen por otras cervezas y más comunidad.
Puedes conocer las actividades de Ágoras de Fuego en el sitio www.agorasdefuego.org
La Coperacha