Entre cantos y colores inauguran casa tumista.
Colaboración especial de Clara Meyra
Izúcar de Matamoros // 31 de octubre de 2016
Son las cuatro de la tarde del domingo 30 de octubre y las calles de Izúcar de Matamoros, municipio de la mixteca baja poblana, huelen a incienso, cempasúchitl, pan de muerto y es tiempo de recibir el Túmin, la moneda social comunitaria que va trascendiendo territorios y uniendo esfuerzos. Manuel Tapia ha decidido trazar nuevos caminos con la reinauguración del taller de serigrafía Impresiones Tapia, en el número 11 de la calle Revolución. Ahora éste se convierte en lugar que articulará esfuerzos en favor de la gente de este territorio. Las paredes se vistieron de arte con una exposición de serigrafías del reconocido Taller 75 Grados.
La apertura estuvo a cargo de la promotora tumista en Tlaxiaco, Oaxaca, Marisol Palacios Reyes, quien compartió con una ceremonia ancestral mixteca, y así inició el festival de colores, cultura, música, salud y buen vivir. Desde los Pedregales de Coyoacán, Ciudad de México llegó el dúo de percusiones y música fusión Tutámaru. La gente se conectó con el momento y las sonrisas eran testigas de la convivencia y de una oportunidad para la transformación.
Después Jack Krakaur, tumista de Tepoztlán compartió con un conversatorio la reflexión sobre alimentación y la salud, Jack comenzó el espacio poniendo el ejemplo de lo que actualmente se consume desde los hogares; “Las formas de alimentación que tenemos actualmente son alarmantes pues predominan elementos como el glutamato monosódico, flúor, así como otros componentes que están dañando nuestro organismo, no nos están alimentando, sino nos están generando grandes daños a la salud”. Asistentes al espacio reflexionaron sobre buscar alternativas que ayuden a alimentarnos, y esto significa saber qué comemos, consumir productos del campo y producidos por las personas desde sus hogares.
El grupo de son Sáandu, proveniente de Yautepec, se unió al festejo con su música y el ambiente se animó aún más, las letras de este grupo de jóvenes morelenses le dieron un momento de buena música, de alegría y reflexión, entre cantos y bailes. La fiesta pintó al Taller Tapia, nuevo espacio tumista: de música, colores, y de una diversidad importante de propuestas que dicen “Aquí aceptamos Túmin”.
En entrevista para La Coperacha Manuel Tapia nos comparte que “el Túmin es una propuesta económica de solidaridad y ayuda mutua, entonces lo que nosotros queremos empezar a hacer con talleres de música, grabado y de cualquier cosa que pueda ayudar a la gente a ser más productiva, y el Túmin es productivo. Un ejemplo es que en Izúcar el índice de alcoholismo está muy cañón, hay niños de 16 años que ya son alcohólicos por la falta de espacios como este, que busquen ayudar a la comunidad”.
El Túmin sigue siendo un buen motivo para iniciar y fortalecer procesos alternativos a un modelo económico que impide el compartir de experiencias y que imposibilita que las personas se sientan creadoras y forjadoras de su propio destino. El Túmin se sigue extendiendo y es un medio que puede aportar para que las personas, organizaciones y comunidades entretejan esfuerzos y se fortalezcan entre sí y para otras.
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Foto: Clara Meyra