Caravana de organizaciones sociales, presente en COP13, organiza Feria de la Diversidad Biocultural en la CDMX.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 28 de noviembre de 2016
La sociedad civil y las comunidades originarias ha sido parte importante para crear y mantener el Convenio de Diversidad Biológica (CDB) desde su origen en 1992, informa Francia Gutiérrez, la jija del maíz, integrante de la campaña Sin Maíz no Hay País.
Organizaciones civiles, empresas, ciudadanos y científicos se reúnen del 4 al 17 de diciembre en la Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (Cop13 CDB), donde representantes de 192 países estarán presentes en la ciudad de Cancún, Quintana Roo.
Es importante poner atención a estos protocolos y convenios internacionales, cuyos mecanismos están vinculados con otros que tienen que ver con la biotecnología y el acceso de los recursos genéticos, recomienda Francia.
Estos convenios son una oportunidad para proteger la biodiversidad, dice la jija del maíz, pero también tienen “dobles filos”, advierte, “estos convenios dicen que antes de preservar hay que aprovechar”, cómo hacerlo cuando participan empresas (trasnacionales) que apoyan esta globalización que ahora involucra a la diversidad biológica, agrega.
Por eso, organizaciones civiles, comunidades y académicos han integrado la Caravana de la Diversidad Biocultural, “preocupados por visibilizar las experiencias de lucha, los territorios donde se ha conservado este patrimonio, esta riqueza en bienes naturales y biológicos, a través de ese proceso de conocimiento, de cosmovisión, de lo que se genera y trasciende como cultura”, explica Francia.
La jija del maíz señala que “son esas comunidades campesinas e indígenas, las legítimas poseedoras y las responsables de que se pase, de generación en generación, esta diversidad biológica, esta riqueza”.
La también integrante de Sin maíz No hay País hace un llamado para “que estemos al pendiente de estas negociaciones internacionales que van a tener impacto en nuestras comunidades y tener la mirada en las amenazas, porque este modelo económico está tendiendo a la privatización, a la transgenización de nuestras semillas, de nuestros bienes comunes, que son patrimonio y herencia de toda la humanidad”, subraya.
Como una manera de hacer frente a esos desafíos, la jija del maíz invita a la Feria de la Diversidad Biocultural a realizarse del 29 y al 11 de diciembre en el Museo Nacional de las Culturas en la Ciudad de México, donde se compartirán experiencias en foros, conversatorios, cine y rituales, “la invitación es a sumarse a la Caravana de la Diversidad Biocultural, porque la riqueza cultural y biológica nos envuelve a todas y a todos”, finaliza.