Cooperativa agroecológica que elimina la intermediación.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 15 de mayo de 2013
Primero se enojaron con los productos que ofrecían los supermercados, luego se organizaron y al final encontraron que Bajo el Asfalto está la Huerta… y muchas lombrices.
Así puede sintetizarse la historia de esta cooperativa agroecológica que desde el barrio de Berruguete, en Madrid, han iniciado desde algunos años con la producción de hortalizas y el consumo de otros productos provenientes de varias cooperativas.
Bajo el Asfalto está la Huerta se presenta como una cooperativa “unitaria de producción-distribución-consumo de agricultura ecológica” basados en la autogestión, la horizontalidad, y que eliminan la intermediación entre productores y consumidores.
Los madrileños explican su origen agroecológico al decir que “los productos de agricultura industrial que encontramos cada día en las grandes superficies no son garantía de calidad y salud, y pueden repercutir en nuestra alimentación”.
A esto le agregan que las relaciones de explotación laboral que se dan entre productor y comercializador, o entre la industria y los campesinos jornaleros, hacen necesario romper con esas formas de intermediarismo.
A Bajo el Asfalto está la Huerta la integran por lo menos diez grupos entre colectivos de trabajadores, agrupaciones de consumo barriales y colectivos de Madrid.
Esta cooperativa cuenta con un huerto urbano en Berruguete y un grupo de consumo que se provee de hortalizas, frutas, verduras, cereales, legumbres, productos lácteos, café, embutidos y aceite, muchos de ellos, producidos por otras cooperativas, y algunos de la cosecha propia.
El segundo domingo de cada mes se reúnen los socios para trabajar o cosechar en la huerta.
Puede leerse en el diario digital de Tetuán el testimonio de Almudena Izquierdo, quien solía consumir productos de conserva: “entré a formar parte de Bajo el Asfalto está la Huerta por casualidad, hago unos potajes y guisos riquísimos con los productos que recibo semanalmente de la cooperativa”.
La principal fuente de recursos de la cooperativa son las cuotas fijas de los socios, a la que se le agregan los ingresos por los cursos de agroecología, venta de camisetas y aportaciones solidarias.
Con ello realizan compra de semillas, herramientas de cultivo, se paga a los productores, se adquiere abono y lombricompostas.
Pero lo mejor, y de lo que se sienten más orgullosos los socios de la cooperativa es que sus productos “están libres del sistema político, en el que se premia a las grandes producciones y a los hipermercados”, afirma el socio Javier Pérez.
