Son unas 600 hectáreas de bosques de las que han recuperado 200; los autores son 16 cooperativas de trabajo y una política pública hacia el sector social.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 14 de agosto de 2014
La cooperativa Guardias Ambientales, es una de las 16 empresas sociales que han recuperado hasta ahora unas 200 hectáreas de los Bosques ubicados en Ezeiza, una de las ciudades que componen a Buenos Aires en Argentina. Los primeros años no fueron fáciles, reconoce Fernando Serrano, presidente de esta cooperativa.
“Nosotros arrancamos en diciembre de 2009 y realmente fue muy duro, porque los bosques eran tierra de nadie, si bien había policías, nadie cuidaba nada, la gente rompía todo, por citar algunos ejemplos te digo que hacía destrozos con cuatriciclos o quemaban árboles, la gente hacía un desastre”, explica Fernando en una charla para la radio en Buenos Aires.
Así, el objetivo de los Guardias Ambientales en su inicio, fue cuidar los árboles evitando la quema y destrucción de los espacios verdes. Hoy a cinco años de iniciado el trabajo las cosas son muy diferentes.
Bosques de Ezeiza
A comienzos de los años 50 del siglo pasado se inauguraron los Bosques de Ezeiza, en un predio de más de 600 hectáreas pensado para ser un área de esparcimiento para trabajadores. En ese entonces el número de visitantes alcanzaba la cifra de 30 mil personas diarias. Entre los activos de recreación se tenían 4 albercas, mientras que el ambiental tenía la cifra de 3 millones de árboles.
Sin embargo, al correr de las décadas estos bosques sufrieron el desgano, la indiferencia, así como el intento de privatización por parte de los distintos gobiernos. Este último hecho fue impedido por los vecinos cercanos a los bosques y para el año 2008 el gobierno de Cristina Kirchner, a través del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, dio marcha al “Plan de Recuperación y Puesta en Valor Centro de Recreación Nacional” (Ce.Re.Na.).
Recuperación de la mano de cooperativas
La recuperación de estos bosques inició en 2008, cuando el Ministerio de Desarrollo Social, junto con el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), convocó a cooperativas que pudieran participar en este proyecto.
Y fue con las cooperativas que integran la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) que se comenzó a trabajar. “El proyecto es muy grande, con 50 personas que tenía de mantenimiento eran muy pocas, por lo que se incorporaron a cooperativas entre los años 2009 y 2010”, explica Cristiano Miño, presidente de la CNCT.
Para el año 2011, la CNCT comenzó a ampliar a otro tipo de trabajos en los que sus cooperativas ya tenían amplia experiencia y que principalmente son de construcción.
“Se han hecho obras de agua, obra de electricidad, se hicieron cuatro albergues y comedor para la Policía Nacional”, dice Miño en un documental sobre la recuperación de los bosques.
También se ha recuperado un centro de exposiciones para el Ministerio de Desarrollo con alrededor de 5 mil metros cuadrados, pensado para eventos, ferias y otras actividades de la economía social. “Mucha gente que ha venido no puede creer que cooperativas hayan hecho este tipo de obras”, narra Cristiano Miño.
Visitas
Hablar de la recuperación de los Bosques de Ezeiza, es hablar de un proceso que apenas tiene cinco años con resultados sobresalientes. De una afluencia que era de entre 5 mil y 8 mil personas hacia 2008, un lustro después alcanza visitas de unas 80 mil personas por fin de semana.
Con la construcción de albergues, albercas, parrillas recuperadas para uso libre, baños, vestidores, juegos infantiles y hasta un circuito para ciclismo de 12 kilómetros, los bosques todavía tienen largo trecho a su recuperación total.
Medio Ambiente
A través de la cooperativa Guardias Ambientales y otras cooperativas se han recuperado 200 hectáreas de las 600 que lo componen, apenas una tercera parte, aunque el objetivo es recuperar todo el parque. Con trabajo de prevención, corte de pasto, poda, rehabilitación de zonas boscosas, y por supuesto control de incendios, trabajan diariamente estos cooperativistas.
Esta cooperativa ha desarrollado también el vivero, y produce árboles de diferentes especies, que van reemplazando a los que están en malas condiciones. De esta manera, los árboles que no están en condiciones se cortan, y otra cooperativa trabaja con los residuos y obtiene madera, luego se hacen juegos y postes, y se revisten las paredes con la misma madera de Ezeiza.
Tan sólo en el año 2013, el vivero de Ce.Re.Na. por medio de sus cooperativas produjeron unos 30 mil árboles.
Trabajo
El resultado en términos laborales ha arrojado cerca de 350 puestos laborales en lo que están inmersas unas 18 cooperativas. Las actividades van desde el trabajo en los viveros, taller mecánico, polos productivos del que se desprenden una bloquera y hasta una hormigonera.
En esos polos de desarrollo se producen unos 700 bloques para mampostería y 1600 adoquines por hora. También de 35 a 40 metros cúbicos por hora de concreto, materiales que se utilizan para otros programas gubernamentales del sector social: metalurgia, carpintería, alumbrado público, herrería y hasta resguardo del transporte público.
Reconstruir
Daniel Alonso, integrante de la cooperativa Reconstruir, y quien es maquinista que corta el pasto en los Bosques de Ezeiza, recuerda bien cuando llegó a trabajar aquí. “Estaba todo perdido, de las piletas sacábamos pinos, plantas de mora, desastre, pero ahora está muy bueno esto, para compartir el fin de semana con la familia a comerse un asado, los chicos jugar a la pelota, a los juegos, yo, yo estoy muy contento acá”.