Sin gel, alcohol, ni cubrebocas, si alguien enferma debe ir a Juchitán o Matías Romero, Oaxaca.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 21 de abril de 2020
La cooperativa de mujeres Bordado Baj, palabra que significa flor en lengua huave, elaboró 350 cubrebocas con recursos propios y los entregó a la población más vulnerable de San Dionisio del Mar, los adultos mayores.
En dicha comunidad de pescadores las farmacias no tienen gel, alcohol ni cubrebocas. La clínica tampoco cuenta con medicamentos. El médico titular de ella, ha dicho a los pobladores que se cuiden, que si cogen Covid-19 será su responsabilidad.
Para atención médica o en caso de que alguien enferme, las personas deben trasladarse a Juchitán o Matías Romero que están a 40 y 60 kilómetros y por una carretera que no está en las mejores condiciones.
“Afortunadamente no tenemos un caso de Covid 19 en San Dionisio del Mar, por eso pedimos a las personas que se cuiden, por eso hicimos los cubrebocas”, dice Nery Sosa Castellanos integrante de la cooperativa.
Las mujeres de la cooperativa, surgida en diciembre de 2017 luego de los sismos que mecieron Oaxaca, han iniciado esta campaña de cuidado porque han visto que falta información así como utensilios de protección.
Érika Trinidad Flores cuenta que están por terminar la elaboración de 60 cubrebocas más pero sus materias primas se han acabado. “Estamos reciclando telas. Si tuviéramos más, pellón, hilo y elástico, podríamos producir más para la comunidad”.
Acompañados por la organización de derechos humanos, CódigoDH, elaboraron un video para visibilizar su labor. Ahora abrieron la posibilidad de recibir donaciones en materias primas.
Las mujeres explican que el panorama en San Dionisio es gris porque autoridades han cancelado la actividad pesquera, se ha pedido a la gente quedarse en casa pero viven al día, “qué más quisiera la gente, pero un campesino gana 150 pesos, lo da para comer en la familia y en la tarde ya no tiene nada”.
El día que hicieron la entrega de cubrebocas, los adultos mayores también recibieron los apoyos de la Secretaría de Bienestar, las mujeres bordadoras les explicaron las formas de lavarse las manos y pidieron no salir de sus casas, “si alguien enferma tendría que ir hasta Matías Romero o Juchitán”.
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