Spanghero LurBerri se dice engañada por proveedor. La acusan de sólo buscar el máximo beneficio económico.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 26 de febrero de 2013
El escándalo que surgió a principios de año por la introducción de alimentos con carne de caballo y etiquetas falsas que ofrecían carne de res, alcanzó a la empresa Spanghero, filial francesa de la cooperativa agroalimentaria LurBerri.
El problema ha sido tal que empresas multinancionales como Nestlé han tenido que sacar del mercado varios de sus productos en España e Italia.
La situación ha sido calificada por la Agencia de Seguridad Alimentaria en Inglaterra como “adulteración o grave negligencia”, según se lee en diarios europeos.
En Francia el ojo del huracán se centró en Spanghero LurBerri, una cooperativa multinacional de origen vasco, la cual suspendió sus actividades durante algunos días para que la Brigada Nacional de Veterinaria revisara las instalaciones.
Ante el riesgo de despedir a 300 trabajadores y luego de concluir la primera etapa de las investigaciones, Stéphane Le Foll, el ministro de Agricultura en Francia decidió “levantar la suspensión de las actividades relacionados con la producción de carne picada, salchichas, preparación de las comidas y la carne de corte en Spanghero”.
Sin embargo la suspensión sanitaria continúa en las áreas de almacenamiento de materias primas congeladas”, señala el funcionario en un comunicado.
El ministro de Economía y Consumo en Francia, BenoîtHamon, también ha reconocido que “el mundo cooperativo está muy sacudido por lo que ocurre”.
La explicación y el debate
Spanghero LurBerri publica en su sitio web que la auditoría sanitaria muestra que la empresa fue “engañada por el proveedor y por lo tanto culpable”, lo que ha dejado “anomalías y lagunas” en el sistema de control por lo tanto no puede ser acusado de negligencia.
La productora justificó ante sus socios compra de carne de origen rumano que a la postre resultó de caballo: “el deseo de diversificar la gama de productos para satisfacer las expectativas de los clientes, pueden conducir a comprar los productos que producen cooperadores externos, incluso en el extranjero”.
El conflicto ha puesto a debate el funcionamiento de las cooperativas agroalimentarias en Europa:
La Confederación de Trabajadores del Campo, un sindicato agrícola francés que dirigía José Bové, ha señalado que éstas trabajan como “multinancionales que buscan sólo el máximo beneficio”.
El articulista e investigador Michele Abhervé, ha dicho en su blog Alternatives Economiques, que no debe pasarse por alto el caso y buscar la responsabilidad de Spanghero y sus funcionarios, así como revisar la relación de la cooperativa con sus filiales.
Asimismo el mayor sindicato agrícola del País Vasco Norte, el ELB, ha señalado que Spanghero LurBerri “debe tomar un giro de 180 º en sus estrategias para volver a sus orígenes, una cooperativa establecida por los agricultores para desarrollar un territorio colectivo y sostenible, y no un negocio en beneficio de determinadas personas.”
Francia basa el 40 % de su producción agroalimentaria en cooperativas, las cuales emplean a 160 mil personas, LurBerri emplea a 5 mil socios agricultores.
