“Nuestros integrantes no son reemplazables, no son violines, son personas”.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 24 de abril de 2013
Formada por 50 integrantes, esta cooperativa es sui géneris por dos razones, no existían en México cooperativas de ópera, y ni siquiera había compañías de ópera barroca.
En junio del año pasado estos jóvenes encabezados por el bajo-barítono, Yreh Morales, y el contratenor, Javier Ghiaurov, tomaron la iniciativa de crear una compañía de ópera especializada en música barroca.
Desde entonces han pasado por un proceso muy rápido de crecimiento, tanto así que ya han montado tres piezas operísticas con gran éxito, según platican.
La sena festeggiante, de Vivaldi, y Rinaldo, de Georg Friedrich Häendel, así como Gianno Schicchi de Puccini junto con la Compañía Tradición Ópera Lírica, de la doctora Agnese Sartori de la Universitá di Bologna, son los pininos operísticos que han montado.
La metáfora de la perla
Los artistas que integran esta cooperativa le nombraron “L’Arte Della Perla” . Pues como la perla que en su origen fue un humilde grano de arena al que se le incorporaron capas de nácar dentro de una ostra, “así es la manera en que se agregaron los socios”, comenta Yreh Morales, socio fundador.
Son egresados de las escuelas Nacional de Música, el Conservatorio y la Superior, además de bailarines del Instituto Nacional de Bellas Artes. Han formado una orquesta propia y cambiado el modelo de cómo se dan las relaciones de trabajo en las compañías operísticas.
Compañía de nombres y no de instrumentos
A decir de Yreh Morales, “nuestros integrantes no son reemplazables, no son violines, son personas. No somos una empresa que contrata y desecha”.
Explica Yreh que en otras compañías no les interesa las personas, “allí somos violín uno, violín dos, o violín tres, no nos llaman ni por nuestro nombre”. Y cuenta la anécdota de Balam, uno de los músicos más jóvenes, que alguna vez preguntó por qué en “L’Arte Della Perla” todos se sabían su nombre.
Compañía de participación
Otra particularidad de esta cooperativa es la búsqueda del desarrollo profesional de sus integrantes. Si en una puesta en escena alguno de sus músicos tuvo un buen desempeño, al siguiente proyecto tratan de que su papel sea más importante, que haya un crecimiento profesional con cada montaje, señala el también director de la compañía cooperativa.
Además la decisión de las nuevas escenificaciones se toma a partir de los gustos e intereses de los integrantes de la cooperativa. “Les preguntamos qué ópera querían hacer” y fue que pusieron varios proyectos a la mesa que ahora están evaluando montar. “Somos una compañía de participación”, comenta Yreh.
Los operópatas
Para ellos la ópera tiene un auditorio cautivo que no ha tenido la posibilidad de escuchar esta modalidad de ópera barroca. “Para presenciar ópera barroca había que salir del país”, señala. A ello le adjudican su gran éxito con las nuevas generaciones, aunque también han tenido buen recibimiento del tradicional auditorio operístico.
Se han presentado en el teatro Félix Azuela, así como en el Museo José Luis Cuevas. También han contado con el apoyo del Instituto Mexicano de la Juventud para algunos ensayos.
Se presentan próximamente con Rinaldo, de Häendel, los días 18 y 25 de mayo a las 17 horas en el teatro del Colegio Sara Alarcón, ubicado en Lago Alberto 319. La dirección escénica corre a cargo de Araceli Núñez y la musical por parte de Marcos Escalante.
Así “L’Arte Della Perla” continuará formando capas de nácar y nuevos operópatas sin olvidar que en un principio fueron un pequeño grano de arena.
