“Queremos que los productos no sean tan costosos en las comunidades indígenas”.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 07 de enero de 2016
Hace tres años una familia de mujeres llegó a la Ciudad de México con el objetivo de encontrar alternativas económicas. Provenientes de San José Río Manso, Oaxaca, exploraron la elaboración de productos para bebés con un enfoque saludable y ecológico para las comunidades, así conformaron la cooperativa Grupo Ecológico Quianan.
“En la calles de nuestra comunidad empezábamos a ver pañales, toallas femeninas y luego los animalitos husmeaban y los rompían, al llegar las lluvias todos los desechos iban a parar al río a donde nos bañábamos e incluso al manantial en donde la gente tomaba agua”, explica María Elena Martínez Antonio, una de las socias.
Con esa inquietud comenzaron a trabajar productos textiles para padres, madres y bebés, hechos con calidad y pensados ecológicamente. “Fue por la preocupación de que nuestra agua se está ensuciando por estos productos, entonces decidimos empezar a buscar un alternativa”, dice María Elena.
Pañales desechables vs ecológicos
Diversos cálculos sobre el uso del pañal estiman que un bebé a lo largo de su crecimiento utiliza entre 5 y 6 mil piezas en sus diferentes etapas, y se ha sugerido que esto genera una tonelada de residuos por niño aproximadamente. Además, junto con Estados Unidos y China, México es de los países que más pañales desechables consume.
“El uso de pañales desechables además de la contaminación tiene un efecto negativo en la salud de los bebés, pues provoca un sobrecalentamiento en el escroto debido al material plástico”, dice María Elena.
Entre los estudios conocidos sobre las consecuencias que puede traer el uso de pañales desechables está el de Laboratorios Anderson que fue publicado en 1999, y que develó que los pañales desechables liberan químicos volátiles como tolueno, etilbenceno, xileno y dipenteno, mismo que tienen efectos tóxicos en la salud como cáncer y daños cerebrales cuando se prolonga su exposición.
A pesar de que este estudio tiene ya varios años, este no es un tema que se ha popularizado, y el debate se ha centrado en la contaminación que generan. Debido a la comodidad que ofrece a los padres el uso de pañales desechables, poco se valora las implicaciones de salud que pueden heredar sus hijos.
No obstante del uso generalizado de pañales desechables, también han surgido varias alternativas que intentan revertir esta tendencia en el ámbito ecológico y de la salud. Entre las muchas pequeñas iniciativas se cuenta la Cooperativa Grupo Ecológico Quianan. “Realizamos estos pañales por la salud de los bebés, pues ayuda ha evitar los químicos que usan los pañales desechables, los nuestros son materiales 100% lavables de tela”.
Según cálculos de la cooperativa, un pañal de los que fabrican tiene una duración de 5 años y puede traer un ahorro económico de entre 25 y 30 mil pesos por niño.
Otras opciones ecológicas
La intención de generar cambios en la salud y medio ambiente han llevado a esta cooperativa a la fabricación de otros productos como las toallas femeninas lavables, también un producto importante son los portabebés ergonómicos o fulares para cargarlos.
De estos últimos dan cursos sobre su uso y cómo mejorar la salud de las madres y padres que cargan a sus bebés, y sobre cómo evitar daño en la columna vertebral. Estas madres cooperativas adecuan y mejoran sus productos de acuerdo a las necesidades de sus propios niñ@s, “conforme van creciendo vemos que necesidades hay que cubrir o reforzar”, explican.
Comunidad
Luego de tres años de su llegada a la Ciudad de México, ahora se enfocan en su consolidación económica, si bien un día el objetivo era venir a la capital, ahora la meta es regresar a su comunidad y atacar el problema ambiental con su productos. “En las comunidades es muy difícil, por eso decidimos venir y conformarnos ya como cooperativa, para poder fortalecernos y consolidarnos”, explican a La Coperacha.
Por ahora esta cooperativa familiar de mujeres expone sus productos en ferias y expos de la ciudad, su experiencia cooperativa ha sido fluida “porque siempre hemos sido solidarios dentro de la familia, nos es familiar la forma de vida cooperativa que ya traíamos”.
“Nuestro sueño principal es regresar a nuestras comunidades, lograr que nuestra comunidad pudiera tomar conciencia de los desechables, queremos que los productos no sean tan costosos en las comunidades indígenas, ya que allá no tenemos un poder adquisitivo como lo hay aquí en la ciudad”.
La Coperacha