Semillas de dioses: cooperativa con sabor a Yucatán

Han repartido semillas casa por casa y llevado la gastronomía a la UNESCO

La Coperacha // Colaboración especial de Eunice Lozada
Ciudad de México // 08 de abril de 2014

Fue en 1996 cuando María Elidé recibió de su madre unas pepitas de calabaza y un augurio: “De esto comerán tú y tus hijos”. Poco tiempo después, María comenzó a trabajar para hacer realidad esa predicción y, con el apoyo de sus hijos, emprendió en Yucatán la venta del achiote que su madre le había enseñado a preparar. Al principio ofreció el producto casa por casa, luego, al crecer el reconocimiento, amplió su abanico a otros condimentos yucatecos, hasta que en 2008 con el negocio a cargo de las mujeres de la familia se consolidó la cooperativa Semillas de dioses.

– Ahora hasta los nietos de María se alimentan de esas pepitas-, afirma Delfina, hermana menor de María y una de las siete integrantes de la cooperativa que en este 2014 es una de las más exitosas a nivel nacional en el ámbito de la alimentación. – Antes trabajábamos en un cuarto de 4×4 de bloques y techo de lámina, ahora tenemos un taller con oficina, bodega y área de producción-.

Conocedoras de la sazón que requiere la gastronomía yucateca, “Semillas de dioses” ofrece productos como el recado rojo y el negro, especias como canela y pimienta molida, condimentos con chile habanero, dulces y botanas, todas ellas elaboradas con insumos adquiridos de productores locales, aunque por la situación fiscal actual esa práctica será más complicada, pues para comprar productos ahora requerirán de facturas, situación que no han manejado a este nivel, pero Delfina confía en que encontrarán una alternativa.

Conformarse como una cooperativa de mujeres les ha traído varias ventajas, como apoyos estatales y federales, pero en principio tuvieron algunos contratiempos por el prejuicio de género, pues los proveedores de campo pensaban que por ser mujeres no sabían diferenciar entre las semillas, sin embargo ellas han demostrado que el conocimiento, así como la capacidad de organización y trabajo no es una diferencia entre hombres y mujeres.

Aunque la base de “Semillas de dioses” se encuentra en la península, su distribución se ha expandido a nivel nacional gracias a su presencia en numerosas ferias gastronómicas y de empresas sociales. Además, María y Delfina han participado como talleristas en diversos encuentros con chefs mexicanos y de talla internacional a quienes les han expuesto las tradiciones culinarias de la comida yucateca.

Fue en 2011 cuando sus productos traspasaron fronteras y orgullosamente participaron en la cena de gala que la representación mexicana ofreció en Nairobi, Kenia como parte de la declaración de la comida mexicana como Patrimonio Intangible de la Humanidad por parte de la UNESCO.

María y Delfina apostaron por el cooperativismo como una opción de crecimiento horizontal, donde todas tuvieran las mismas responsabilidades y beneficios. El éxito les ha dado la razón.

La Coperacha

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