
Desmarca a la cooperativa por su modelo productivo social.
El Consejo Superior del Cooperativismo (Cosucoop) pidió al Congreso de la Unión y al Ejecutivo Federal reconsiderar y reducir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para la cooperativa Pascual en atención a su modelo productivo social.
Llamó además a otorgar un reconocimiento especial al sector social de la economía, donde participan las cooperativas, para que se les incluyan incentivos fiscales y no sólo cargas impositivas. Así también, pidió un mecanismo de etiquetado fiscal que permita al consumidor distinguir entre jugos naturales, producidos por cooperativas, de las bebidas artificiales, producidas por trasnacionales.
Al reconocer que la preocupación por la salud es legítima, tema que busca atender dicho impuesto, el Cosucoop afirmó que Ley del IEPS no distingue entre tipos de endulzantes, pues grava por igual a quienes usan azúcar de caña nacional como Pascual, que a quienes usan fructosa derivada de almidón de maíz transgénico importado.
Con ello, “la ley termina beneficiando indirectamente a los grandes corporativos, quienes tienen más margen de maniobra para trasladar el impuesto al consumidor, mientras castiga a la cooperativa que produce de forma más justa”.
Cosucoop pidió al Congreso no generalizar. “El IEPS debe reformarse con sensibilidad, reconociendo que no todos los productores son iguales, y que la política fiscal debe ser también un instrumento de equidad y soberanía económica”, apuntó en un comunicado firmado por Rafael Martínez Ponce, presidente de la comisión legislativa del organismo cooperativo.
Añadió que “defender a Pascual Boing es defender a México” e implica también la defensa de los productores de caña, campesinos fruticultores, cooperativistas y a un modelo económico alternativo.
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