Ramillete de dádivas a cambio de nada: AMEDI
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 18 de junio de 2012
Con la aceptación de Televisa a las condiciones propuestas por la Comisión Federal de Competencia (CFC), a partir de hoy se hace efectiva la fusión de la empresa de Emilio Azcárraga, con Iusacell, de Ricardo Salinas Pliego.
La semana pasada, la CFC había autorizado al concentración entre Televisa y Tv Azteca a través de Iusacell a cambio de 7 compromisos encaminados a abrir la competencia en materia de televisión.
El 24 de enero la CFC ya había rechazado la propuesta de fusión entre las televisoras a través de la empresa de telefonía celular, sin embargo las empresas interpusieron un recurso de reconsideración.
Para la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI) el fallo de la CFC representa uno de los retrocesos más grandes en materia de concentración ya que pasaremos de un duopolio a un monopolio en materia de televisión abierta.
La CFC “no protege el interés público ni el bienestar de los consumidores, sólo el provecho privado de las empresas”, afirma AMEDI en un comunicado.
“Las condiciones impuestas por la CFC son apenas las obligaciones mínimas que se debieran cumplir en un mercado competitivo, pero en ninguna forma representan condiciones necesarias para romper con la concentración en la producción y distribución de contenidos audiovisuales”
Algunas de las condiciones de CFC “obligan” a Televisa y TV Azteca a vender espacios publicitarios a cualquier empresa de telecomunicaciones; “prohíben” condicionar la venta de publicidad a la contratación de Iusacell; y piden a las televisoras que vendan sus contenidos sin discriminar.
La fusión de Televisa con TV Azteca vía Iusacell se da en un contexto electoral, donde la televisora de San Ángel, pasa por una fuerte crisis de credibilidad y ha sido duramente cuestionada en medios internacionales por sus convenios para apuntalar la imagen de Enrique Peña Nieto desde que era gobernador del Estado de México.
AMEDI califica está fusión como “ramillete de dádivas a cambio de nada” del Gobierno de Calderón.
