Jóvenes indígenas de Amealco, Querétaro, son los pioneros.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 19 de junio de 2013
En la comunidad indígena ñöñho de San Ildefonso Tultepec, municipio de Amealco, Querétaro, tienen razones para festejar, sobre todo después de haber egresado la primera generación de licenciados en Emprendimientos de Economías Solidarias.
Se trata de jóvenes indígenas que estudiaron durante tres años en el Instituto Intercultural Ñöñhom y están listos para desarrollar emprendimientos para innovar en su comunidad.
El Instituto Intercultural Ñöñho ha sido gestado desde el Grupo Cooperativo Jade y de la Unión de Cooperativas Ñöñho de San Ildefonso y su plan de estudios es reconocido por la Secretaría de Educación del Estado de Querétaro.
Esta escuela es la primera institución de educación superior intercultural en Querétaro y tiene como sus principales objetivos “la construcción de un país intercultural a partir del diálogo, tomando lo mejor de las diversas culturas” y “aprehender la realidad en la que se inserta” para transformarla con mayor eficacia.
Mario Monroy, integrante de este Instituto, señala que “no podemos concebir un proceso de economía solidaria sin un proceso paralelo y simultáneo de educación y de capacitación”.
Por ello “concebimos el Instituto como un espacio para acercar el conocimiento formal, científico, que da un centro de educación superior, con la sabiduría y los saberes que da la experiencia de la vida cotidiana, acumulada y transmitida por nuestros padres y abuelos que nos la van pasando de generación en generación”, describe Monroy.
Los profesionistas egresan con el compromiso de hacer frente a las necesidades de su comunidad bajo los principios de la economía solidaria, con una visión estratégica y pensamiento crítico que les permita la gestión y desarrollo de nuevos modelos económicos y de empresas solidarias, señalan los objetivos del Instituto Intercultural Ñöñho.
Sobre la interculturalidad y su impacto ha dicho la académica Sylvia Schmelkes “la calidad de una universidad se mide por su robustez social, es decir, por su capacidad de generar soluciones a los problemas más importantes de la sociedad y de la comunidad en la que estamos insertos”, así es el reto del Instituto Ñöñho.
Los impulsores de este Instituto lo han diseñado a partir del análisis de varias carreras en México y el extranjero, sobre todo del modelo cooperativo de Mondragón en el País Vasco, además están gestionando una casa de cultura para la comunidad y han desarrollado un grupo de teatro comunitario.