“Si no empezamos a construir ciudades resilientes y sustentables no habrá viabilidad en pocos años”: Huerto Roma Verde.
Foto: Huerto Roma Verde
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 23 de noviembre de 2017
Bioconstructores, cosechadores de agua, agricultores urbanos, economistas sensibles, soñadores de mundos posibles y organizaciones urbanas y comunitarias, se reunirán hoy y hasta el domingo 26 de noviembre en el “Festival Civilizionarios Bioreconstruyendo” del Huerto Roma Verde.
El tercer festival que organiza el huerto urbano más grande de la Ciudad de México tiene como eje principal reconocer la organización ciudadana lograda luego de los sismos de septiembre pero también tejer hacia el futuro, así lo platicó Paco Ayala, uno de los organizadores.
Luego del sismo “el huerto se convirtió en un centro lleno de vida”, albergue, centro de acopio estratégico, punto de partida de víveres hacia comunidades, por ello el festival “lo estamos dedicando a la bio-reconstrucción”, explicó Ayala.
De civilizionarios y reconstructores
El nombre de civilizionarios, prosigue Ayala, es retomado del planteamiento del investigador Víctor Toledo, quien define a una comunidad de personas que teje una nueva conexión con la tierra, que trabaja de manera solidaria y comunitaria y que cuestiona al modelo neoliberal, pues empobrece y disuelve a las comunidades.
“Entonces tener una actitud civilizionaria es tener una visión más apegada y holística de la vida, y de una manera cooperativa. La naturaleza es altamente cooperativa y nosotros tenemos que empezar a tejer nuestras nuevas instituciones tratando de que sean más solidarias y armónicas con la naturaleza”.
La bio-reconstrucción propuesta por el Huerto Roma Verde es una apuesta a cambiar la manera de diseñar y construir los entornos y las viviendas. “Tenemos la idea de usar materiales naturales, locales y reciclar. Queremos que la gente conozca y aplique en sus casas las distintas técnicas de construcción con materiales naturales y ecotecnias”, señaló Paco Ayala.
Los economistas sensibles
Durante los días del festival habrá talleres con bioconstructores, especialistas en ecotecnias, foros sobre soberanía alimentaria, venta de productos agrícolas de zonas afectadas por el sismo, monedas comunitarias y charlas sobre economías alternativas a las que han denominado “economía sensible”.
Dicho término se inspira en la economía solidaria, del buen vivir, regenerativa y circular, explicó Ayala y surge de la necesidad de “sensibilizarnos de que otra forma de intercambio comercial es posible, tenemos que volver a aspectos más sensibles para poder generar intercambios más justos”.
Tejer hacia adelante
Para Paco Ayala la lección de los sismos fue “visibilizar que el huerto es un espacio para la comunidad, para construir con la comunidad proyectos en torno al tema planetario y de hacer posible otro mundo”.
Afirmó que “si no empezamos a construir ciudades resilientes y sustentables no hay manera de que ciudades tan complejas como la nuestra tengan viabilidad en pocos años. Estamos en un momento de que o empezamos a actuar y a presionar para que haya políticas públicas que alienten el cambio hacia una visión más sustentable o vamos a empezar a vivir consecuencias muy graves”.
