Germina la economía solidaria en Ciudad Juárez

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Detalle del Edificio de los Sueños // Foto: Carolina Rosas Heimpel

Colaboración especial de Carolina Rosas Heimpel
Impulsora de la economía solidaria en la frontera norte

¿Qué significa el cooperativismo en una ciudad fronteriza como Ciudad Juárez? No es solo una figura legal ni un modelo organizativo. Es una apuesta por el buen vivir, es intentar germinar semillas de solidaridad y formas de vida alternativas en un contexto árido y adverso. El Centro Cultural y de Economía Solidaria Edificio de los Sueños, es propiedad social del Instituto para la Ciudad y los Derechos Humanos. Ubicado en la Plaza Cervantina, en el Centro Histórico de Ciudad Juárez, implementa un proceso formativo y de acompañamiento en cooperativismo llamado Germinadora de Economía Solidaria (GES).

Formación en cooperativismo
En 2023 se diseñó la Germinadora de Economía Solidaria como un proceso formativo dividido en cinco ciclos para acompañar de manera gradual la creación de una cooperativa cultural. En 2024, como primer ejercicio realizamos el Paisaje de los Sueños que demostró un fin común que coincide con la filosofía de la economía solidaria: “construir un espacio comunitario de arte y cultura en Ciudad Juárez que nos permita vivir de lo que amamos, fortalecer la autonomía y el auto cuidado, crear vínculos solidarios ofreciendo al mismo tiempo un lugar de encuentro, expresión y formación para la comunidad”.

La critica al capitalismo e introducción a la economía solidaria abrió un espacio de reflexión colectiva sobre cómo el sistema económico afecta nuestra vida y limita nuestras posibilidades de construir alternativas. La conversación sembró la inquietud de pensar en cómo, desde una ciudad como la nuestra, pueden imaginarse y practicarse otros modos de vida. La introducción mostró un interés creciente entre artistas y creadores por encontrar en el cooperativismo una forma de organización que dignifique su trabajo. También, se evidenció la necesidad de que los artistas cuenten con herramientas fiscales y administrativas que les permitan ejercer sus oficios sin estar sujetos a la informalidad o la incertidumbre económica. Se hizo énfasis en la seguridad social como un derecho al que también pueden acceder los trabajadores de la cultura. La preocupación por la falta de seguridad social en la comunidad artística evidenció la urgencia de pensar en un movimiento que reivindique los derechos sociales de las y los artistas, un desafío que aún queda pendiente.

Otro aprendizaje fundamental fue el reconocimiento de que muchas de sus prácticas —el intercambio de materiales, la colaboración en ventas, el apoyo mutuo— ya encarnan los principios cooperativos. Este descubrimiento abrió la posibilidad de pensar en la constitución de sociedades cooperativas, ya no como una idea interesante pero lejana, sino como una extensión de lo que ya hacen. El último aprendizaje fue impactante pero también necesario: la urgencia de replantear el modelo de negocio para asegurar la sostenibilidad de sus proyectos. Este momento generó un debate sobre el valor del arte y del trabajo artesanal, sobre cuánto cuesta sostener la creatividad y qué implica reconocerla como trabajo digno.

Mercado Solidario llena de vida y arte la Plaza Cervantina
De manera paralela, desde el otoño de 2024 se creó el Mercado Solidario, que inició como actividad mensual y después semanal de venta permanente. Además de la comercialización de productos, incluye una programación cultural en el espacio público con actividades para infancias, poesía, música en vivo, exposiciones y cine al aire libre, entre otras, que han revitalizado la vida cultural de la Plaza Cervantina.

Artistas del Mercado Solidario, de izquierda a derecha: Jaime Landa, Makawi Brown, Paloma Villaseñor, Netzahualcoyotl Rodríguez y Nohemí Pérez // Foto: Luis Gamillo.

Los participantes han expresado el deseo de seguir aprendiendo de cooperativismo y uno de los artesanos comentó: “he estado pensando en nuestra cooperativa, quiero que hagamos nuestra cooperativa para tener un espacio donde tengamos nuestro taller y podamos tener allí nuestro arte”. Lo que antes parecía una suma de esfuerzos aislados, hoy se reconoce como un tejido de prácticas solidarias: compartir materiales, apoyarse en la venta de obras, intercambiar saberes. Se está formando una comunidad de creadores que comparten principios y valores de la economía solidaria, y que de manera conjunta están proponiendo iniciativas que les fortalecen tanto personal como colectivamente.

Por su parte, el Edificio de los Sueños, se consolida como espacio que promueve y difunde la economía solidaria al estar habitado por conversaciones, talleres y prácticas que exploran alternativas económicas para proyectos culturales. Con la presencia de artistas, artesanos y creadores, la Plaza Cervantina es un lugar de encuentro lleno de arte. Me parece que hay semillas que empiezan a germinar.

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