Permite maíces genéticamente modificados que están por entrar al mercado: David Rivero Fragoso.
La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País (CNSMNHP) calificó de “grave retroceso” la reforma constitucional enviada por Claudia Sheinbaum a la Cámara de Diputados para “la supuesta protección del maíz nativo”, ya que se limita al maíz transgénico y “abre la puerta a otra forma maíces genéticamente modificados obtenidos con técnicas más actuales, como la edición genética”.
David Rivero Fragoso, abogade de la CNSMHP, va más allá, señaló en entrevista que “es una traición” al Decreto de Andrés Manuel López Obrador de 2023, incluso va en contra de la iniciativa aprobada en agosto de 2024 que sí prohibía a los maíces genéticamente modificados.
Para el especialista en defensa legal, “pareciera que son sinónimos pero en realidad no lo son, el maíz transgénico es solamente una de las formas de organismos genéticamente modificados y está a nada de quedar obsoleto”. La iniciativa permitiría las nuevas biotecnologías, como la mencionada edición genética, que son las que vienen pronto en el mercado, añadió.
Además, prosiguió Rivero Fragoso, la propuesta de Sheinbaum “solamente se refiere a siembra, no a importaciones, no busca tampoco ordenar evaluaciones de riesgo sobre las importaciones de maíz genéticamente modificado, no ordena trazar el maíz para evitar que haya dispersión en el campo”.
En su valoración, el contexto político influyó, pues con la llegada de Trump a la presidencia de EEUU y con la derrota de México en el Panel de Controversia del TMEC por el Decreto que prohibía los transgénicos, “pareciera que la presidenta vio la batalla perdida y no quiere otro panel, quiere evitar más conflictos”.
Sin embargo, destacó que a pesar de que la iniciativa de reforma no prohíba los maíces genéticamente modificados, existe la medida cautelar otorgada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ganada por la Demanda Colectiva que impide la siembra con estas nuevas biotecnologías incluidos maíces genéticamente modificados.
Por su parte, la CNSMNHP afirmó que “la Reforma Constitucional debe señalar clara y textualmente que prohíbe la siembra de maíz genéticamente modificado”, y establecer la prohibición de consumo humanos de este tipo de maíces, pues “representa un peligro para la salud de la población mexicana”.
Añadió que se debe considerar al maíz nativo como un “patrimonio biocultural”, más allá de declararlo como “elemento de identidad”, también “es un recurso genético” en grave peligro de despojo, ya que los organismos genéticamente modificados implican el patentamiento de los genes.
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