Formar esta cooperativa es también una de las respuestas a la grave migración que se vive en el estado de Puebla.
Colaboración especial de Eunice Lozada
Ciudad de México // 19 de mayo de 2014
El cacahuate es la semilla botanera por excelencia: Jugando dominó, en la fiesta con los amigos, cuando sentimos hambre, pero no mucha, o simplemente para el antojo solemos recurrir al puñito cacahuatero. Pero, ¿Qué más tiene por ofrecernos el cacahuate?
Yandi Condado, economista de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, originaria de la comunidad de Cacaloxúchitl, en la mixteca del estado, sabía que esa zona es una de los principales productoras de cacahuate en el centro del país y por ello vislumbró en esa semilla una opción para reactivar la economía local, tan afectada por la firma del Tratado de Libre Comercio en 1994.
Así, el proyecto que comenzó como una tesis de licenciatura se ha convertido en la cooperativa Kanut, productora de mazapanes, cremas de cacahuate saladas, dulces y enchiladas, botanas e incluso tortillas de cacahuate, que, a diferencia de otras marcas más comerciales, ofrecen productos 100% naturales.
Si bien recientemente esta apuesta por lo natural tiene más adeptos, no resulta sencilla al momento de la elaboración, pues los costos aumentan al evitar los químicos conservadores, sin embargo en Kanut se han mantenido firmes en su objetivo de ofrecer alimentos que no perjudiquen a la salud y que por el contrario, la nutran.
Formar esta cooperativa es también una de las respuestas a la grave migración que se vive en el estado de Puebla, el quinto lugar de emigrantes a Estados Unidos, situación que ha mermado no sólo en la economía, sino en las relaciones sociales de la comunidad.
Por ello, una de las convicciones para iniciar la empresa fue que ésta debía ser propiedad de cada uno de sus integrantes, y la figura jurídica más cercana a su idea fue la cooperativa. Actualmente laboran cinco personas, quienes se distribuyen el trabajo físico de cosechar, pelar, tostar y preparar los diferentes productos, al mismo tiempo que asumen un trabajo administrativo.
Son ya cuatro años de camino y aunque la coordinación no ha sido sencilla, la creencia en su proyecto y los buenos resultados los han alentado no sólo para continuar, sino para seguirse preparando, tanto en temas de cooperativismo, como en asuntos culinarios. De hecho, actualmente, imparten talleres sobre las propiedades nutritivas y las formas de cocinar el cacahuate, y es que las posibilidades son bastas: crema de cacahuate, cacahuate garapiñado, encacahuatado, salsa de cacachuate, entre otras.
Aunque la mayor producción de cacahuate está en el norte del país, Puebla es el octavo productor de la semilla a nivel nacional y el principal en la región centro, y si bien la producción en México asciende a 90 mil toneladas la mayor parte del cacahuate que comemos es de importación, es ahí donde radica la importancia de los proyectos locales como Kanut cuyos alimentos representan una gran opción, no sólo para el desarrollo de la comunidad, sino también de la alimentación saludable.
¿Acaso no son éstos motivos suficientes para disfrutar de nuestro antojo de la crema de cacahuate Kanut untada a un pan?