En Santo Domingo Coyoacán, una de las colonias más pobladas de Latinoamérica, durante varios años cinco hermanos aplicaron los valores cooperativistas sin saberlo. Formalizados hoy en la cooperativa Lecafeton e involucrados en principios solidarios, buscan infundir el gusto por el café en un espacio que han tomado niños y jóvenes.
Pablo Correa
Ciudad de México // 24 de mayo 2012
El proyecto de Lecafeton está enraizado en una colonia que se pobló mediante la invasión de tierras más grande de Latinoamérica, y hoy la habitan poco más de 100 mil habitantes. Ahí, la cooperativa ha propuesto un espacio para disfrutar del buen café, lugar del cual se han apropiado principalmente niños y jóvenes.
Cuando Lecafeton se constituyó en 2010 como cooperativa dedicada a la venta de café y sus derivados, ya traía bien adentro la espinita cooperación, “Sin querer ya aplicábamos valores cooperativistas y que después conocimos más a fondo”.
Para Claudia, Irma, Carlos, Juan y Ángel, echar a volar este proyecto cooperativo no ha sido fácil, mucho menos en una colonia que aunque es símbolo del trabajo y unión de vecinos, padece problemáticas como hacinamiento, alcoholismo, drogadicción y delincuencia. La razón por las que Lecafeton se instaló ahí es sencilla, los padres de estos cinco hermanos, forman parte de los fundadores de esta colonia enclavada entre los pedregales.
A dos años de haber comenzado este periplo cooperativo, ganar cada cliente ha implicado una gran dosis de trabajo, pues además de que la capacidad económica en la zona no es alta, entre los hábitos de los residentes no está el de darse un tiempo para charlar y tomar café.
“Sí, hemos crecido, pero ha sido muy difícil, para mucha gente en Santo Domingo un café puede ser un lujo”, dice Carlos, el mayor de los hermanos.
Lecafeton ha promovido una opción de cambiar las dinámicas negativas dentro de la comunidad. Con base en integrarse o crear campañas, buscan promover el desarrollo de los niños y jóvenes de la zona.
Esta cooperativa ha impulsado dentro de la comunidad campañas como “Diviértete sin alcohol”, pero quizá el aspecto que más destaca de esta cafetería cooperativa, es el espacio permanente para jóvenes y niños que se expresan ahí mediante trabajos como pintura, fotografía y presentaciones musicales.
“Café significado de una charla”
“Muchos de los niños y adolescentes que vienen nunca han visitado una cafetería, y demuestra que no sólo están los puestos de tacos, sino también hay otros lugares para convivir “, aseguran.
“La forma de pensar está cambiando, por lo menos muchos ya no se van a las maquinitas” (videojuegos), agrega Carlos.
“Un café no lo es todo”, dice unos de sus miembros,”pero sí es significado de una charla, de una amistad, de unirte más con tu familia”.
Espinita cooperativa
Las relación que tiene Lecafeton con otras cooperativas es entrañable, pues mantiene algún tipo de convenio directo con al menos una docena de cooperativas de la ciudad, acuerdos que van desde la comercialización de productos, hasta la realización de talleres ambientales dentro de su espacio.
Aunque como indica Claudia, una de las integrantes, “cada silla, cada mesa ha costado mucho”, eso no ha sido impedimento para ayudar a otras personas. Lecafeton ha capacitado de forma gratuita a algunos grupos en el ámbito del café, y por los menos en dos casos ha sembrado exitosamente la espinita cooperativa, logrando que se conformen dos sociedades cooperativas.
“Es regresar algo de lo que nos han dado”, dice Carlos a la vez que agradece y recuerda a los grupos, personas y cooperativas que han ayudado a hacer posible Lecafeton.