Sin embargo la industria refresquera trata de refutar investigación.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 14 de enero de 2016
Mexicanos dejaron de tomar 4.2 litros de bebidas azucaradas durante el 2014 resultado del impuesto a refrescos, lo que representan “una promesa de éxito para medidas similares promulgadas en algunas partes de Estados Unidos y alrededor del mundo”, indicó esta semana Mauricio Hernández, titular del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Estudios realizados por el INSP y la Universidad de Carolina del Norte (University of North Carolina’s Gillings School of Global Public Health and the UNC Carolina Population Center), indican que los mexicanos dejaron de tomar 4.2 litros de bebidas azucaradas durante el 2014, como consecuencia de la ampliación del impuesto especial a las bebidas azucaradas, así lo refirió la Secretaría de Salud en boletín de prensa.
Mauricio Hernández, dio a conocer que las compras de líquidos gravados disminuyeron en promedio seis por ciento, y en diciembre de 2014 registraron una reducción de 12 puntos porcentuales, que en algunos estratos económicos llegó al 17%.
Precisó que los investigadores del INSP y de la Universidad de Carolina del Norte estudiaron los cambios en las compras de bebidas en los hogares durante 2014 al compararlos con lo que se esperaba de no haber sido establecido el impuesto.
Con esta tendencia de reducción de consumo se esperaría una disminución de 183 mil casos de obesidad, 114 mil de sobrepeso, lo que se traduciría en un incremento de 297 mil personas en un nivel normal de peso corporal.
Industriales buscaron refutar investigación del INSP
La información de la Secretaria de Salud contradice lo expuesto el pasado 7 de enero por el portal de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC), quienes trataron de refutar los resultados del INSP.
Los industriales mencionan que no se disminuyó el consumo calórico, ya que esta reducción fue menor al 0.5% en el total de calorías consumidas. Los estudios mencionados muestran que el impuesto tuvo una reducción entre 6 y 10 calorías diarias, considerando que la dieta promedio de los mexicanos es de 3,024 calorías según la FAO.
Los estudios concluyen además, según la ANPRAC, que el efecto ha sido negativo en el gasto total de los hogares mexicanos, especialmente el de los sectores más bajos.
La industria refresquera argumenta que todas las cifras públicas y privadas indican la caída del consumo entre 1.9% y el 6% durante 2014, pero ninguno aborda el comportamiento de la recaudación durante 2014 y 2015.
Foto: Alianza por la Salud Alimentaria