Colinda con la cooperativa Pascual que se sumó a la lucha.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 02 de diciembre de 2016
Al grito de ¡No la queremos!, marcharon comunidades de los estados de Hidalgo y de México, para protestar contra la planta incineradora de basura que se construye en el municipio de Tizayuca, hidalgo muy cerca de la planta de refrescos de la cooperativa de Pascual.
La marcha fue acompañada por una caravana de tractores y de camiones de la cooperativa de Pascual, que llegaron al centro del municipio para demandar la suspensión inmediata del proyecto, la realización de un estudio del impacto ambiental y la participación de la población en la decisión de aprobar su construcción.
“Este es el inicio de la lucha, esta es la sociedad que se levanta a defender sus derechos, su dignidad y su medio ambiente. No dejemos en manos del gobierno nuestro bienestar”, se escuchó al principio del mitin, donde participaron cientos de personas.
Una comisión de los manifestantes se reunió con la autoridad municipal y logró la suspensión de las obras hasta que se realice el estudio de impacto ambiental y aceptó que los pobladores constaten que se suspenda la construcción de la planta.
Durante la manifestación intervino Salvador Torres Cisneros, de la cooperativa de Pascual, advirtió del peligro que representa la incineradora para la salud debido a la emisión de gases y de los residuos químicos que provocará la planta.
Agregó Torres Cisneros que la tecnología con la que se quiere construir la empresa Valorsum el incinerador es obsoleta y reafirmó que la cooperativa apoya la lucha de las comunidades.
La regidora, Ana Lilia Salas Rubio, señaló en el mitin que revisó el expediente técnico y que si bien ya cuenta con los permisos federales y estatales “no cuenta con el permiso de impacto ambiental, no cuenta con el permiso de Ecología, que lo tiene que dar esta administración municipal”.
Foto: Juan Manuel Soto