Recuento de cooperativas carcelarias en Latinoamérica

Impulsadas como política de reinserción social y laboral.


Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 7 de junio de 2012

Hace una semana La Coperacha publicó el nacimiento de la cooperativa Los Kabrones en Argentina, la cual se presentó en sociedad denominándose “la primera cooperativa que se constituyó en Latino América dentro de una unidad carcelaria”.

Sin embargo otras cooperativas carcelarias han existido en la región impulsadas como políticas de rehabilitación. Aquí el recuento.

En Paraguay existe una cooperativa de ahorro que inyecta recursos a proyectos productivos de los internos del penal de Tacumbú y para mujeres del penal femenil del Barrio Recoleta de Asunción.

Se trata de la Cooperativa de Ahorro, Crédito, Trabajo, Consumo, Producción y Servicios “Padre Juan Antonio de la Vega”, integrada por más de 600 socios.

Esta cooperativa tiene un pie fuera de la cárcel y el otro dentro. Desde el 2011 ha otorgado 50 préstamos a los reclusos para que desarrollen su propia fuente de trabajo en su estancia, principalmente en la fabricación de termos de cuero para el consumo de mate.

Cada uno de los préstamos ha sido devuelto, eso posibilita incrementar los empréstitos a sus socios. Además cuando los internos son liberados la cooperativa es la única entidad financiera que les sigue ayudando, porque los bancos no otorgan préstamos a personas con antecedentes judiciales.

En otro país de Latinoamérica, en la República Bolivariana de Venezuela el Ministerio de Justicia implementó en 2004 un programa con el mismo objetivo de la cooperativa paraguaya: la reinserción social y laboral.

Denominado Cooperativas Penitenciarias, este programa involucra a internos y a sus familiares. Estos últimos reciben recursos en efectivo y con ellos los reclusos desarrollan cooperativas que van de la siembra, cría de animales, mantenimiento y varios oficios.

Las utilidades generadas por los reclusos llegan a un fideicomiso para que puedan continuar con su cooperativa en cuanto salgan de prisión. Pero no todos pueden ser cooperativistas, antes deben cumplir con la mitad de la condena y haber tenido buena conducta.

Colombia posee su versión de estas cooperativas penitenciarias y empezarán a operar el 1 de julio de este año. Para que sean posibles, las cooperativas de internos recibirán un recurso de parte del Ministerio del Interior que se invertirá en maquinaria.

Son llamadas cooperativas multiactivas y también tienen el propósito de generar un ingreso para los internos y sus familiares. A la fecha hay 300 reclusos cooperativistas de 5 centros penitenciarios que se han capacitado en ebanistería, panadería, confecciones textiles y talabartería, y ya están listos para empezar a producir.

Pero en materia de cooperativas carcelarias México no se queda atrás para bien y para mal. Vean.

En 1939 el entonces presidente Lázaro Cárdenas firmó un decreto que autorizaba la creación de cooperativas en la Colonia Penal de Islas Marías.

Desde entonces el artículo 4 del Estatuto de las Islas Marías permitió la organización de los colonos para el trabajo, comercialización y explotación de las riquezas naturales de la isla bajo la figura cooperativa.

Las cooperativas de Islas Marías han sido el principal motor para generar recursos de los colonos.

Sin embargo no todo es bello en esta materia en nuestro país. Hace tres años se dio a conocer la existencia de una cooperativa legalmente constituida que servía de fachada para realizar extorsiones a familiares de internos de los reclusorios preventivos Norte y Oriente del DF.

Se trata de la Cooperativa de Internos, ex Internos y Familiares de los Centros de Reclusión del DF que operaba desde 2005 amenazando a familiares de otros internos que golpearían o matarían a sus conocidos si no depositaban ciertas cantidades en una cuenta bancaria a nombre de la cooperativa.

Ésta cooperativa, fundada por cinco socios que aportaron un peso cada uno, dejó de operar en 2009 luego de una denuncia por parte de los familiares extorsionados.

Hasta aquí el recuento de las cooperativas carcelarias.

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