No podemos hablar de otra economía sin hablar de la distribución
Colaboración especial de Eduardo Enrique Aguilar
Puebla, Puebla // 2 de octubre de 2015
El pasado 29 y 30 de septiembre en el marco del aniversario de la Asociación de Universidades Jesuitas de América Latina (AUSJAL), se realizó en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana Puebla el coloquio internacional “Economía Social y Solidaria, experiencias, búsquedas y realizaciones”. Promovido por la Red de Universidades del Emprendimiento Social (Red UnES) contó con la presencia del Dr. Bernardo Kliksberg, personaje que según el mismo Amartya Sen -Premio Nobel de Economía-, es uno de los más prominentes pensadores contemporáneos.
La conferencia magistral del Dr. Kliksberg se denominó “¿Por qué se necesita una Economía Social y Solidaria? Las enseñanzas del Papa Francisco”, fue un lúcido discurso cargado de fuerte emotividad; el sentimiento de los asistentes pasó de mucha intriga y confusión cuando ofreció datos sobre la desigualdad y la pobreza en contraste con la mucha esperanza cuando dilucidó el mensaje del Papa. Más que un mensaje religioso, es un mensaje moral y ético que trasciende las fronteras de los judíos, católicos, cristianos, musulmanes y ateos pues es un mensaje de vida, explicó el Dr. Kliksberg.
El coloquio se llenó con presentaciones en diversos ámbitos, desde el aspecto gubernamental donde Pablo Fregoso que iba en representación oficial del INAES, reconoció los grandes problemas que tiene la institución gubernamental para fomentar la economía social, como el asistencialismo y el intermediarismo, o el ex-legislador Antonio Sánchez que reconoció que la Ley de Economía Social mexicana tenía vacíos.
Durante otro panel, el Embajador, Coordinador Nacional del Grupo de Integración Productiva del MERCOSUR, Hugo Varsky dio un mensaje inspirador latinoamericanista y visualizó a la economía social como motor de la unión, su mensaje fue claro, unidos somos más fuertes en contra del sistema que genera desigualdades. Por su parte, dentro del mismo panel, el Dr. Barlocci habló de las alternativas económicas y sobre como se deben tomar en cuenta a los bienes relacionales y la gratuidad que existe en los actos humanos.
De esa manera, dentro de los dos días confluyeron propuestas muy esperanzadoras desde múltiples realidades: los modelos de innovación, la acción universitaria, las cooperativas y las diversas empresas sociales. Dentro del panel de universidades, la Lic. Dalia Sirberstein organizadora y directora de la RedUnES, concluyó diciendo que nos estamos encontrando con una universidad abierta, dejando de lado aquellos claustros donde se mantenía el conocimiento.
Efectivamente, dentro de las presentaciones de las universidades de América Latina se demostró la apertura a la acción solidaria que está siendo motor de la economía social, tal cual es el caso de la Universidad Cooperativa de Colombia y su modelo de economía social solidaria.
Finalmente, el coloquio cerró con la presentación de la Instituto de Diseño e Innovación Tecnológica (IDIT) de la Ibero, la cual es una instancia que impresionó a los asistentes al comentar el objeto social, que según su director Javier Sánchez, es democratizar los medios de producción.
La economía es más que la producción
El encuentro fue muy esperanzador, lleno de interesantes charlas, con reflexiones profundas sobre el sistema económico actual, sus múltiples facetas y sobre cómo se podría superar dicho paradigma para el beneficio de la mayoría de la humanidad. No obstante, cabría decir que existió un sesgo hacia uno de los sistemas básicos de la economía y que al parecer todos los exponentes obviaron, me refiero a que la mayoría -si es que no todos- equipararon a la economía social a su componente de producción y vértices como: la innovación y el emprendedurismo; y dejaron de lado a la distribución y al consumo.
Cabe resaltar que para hablar de otra economía es imprescindible de repensar no sólo a la producción como formas organizativas empresariales, la democratización de los medios de producción, la visión social del emprendedor y la innovación social. También es irrenunciable hablar de otras formas de consumo, el cual tiene que ser responsable, ético, consciente; hablar de otro consumo se refiere a revisar las pautas culturales y las necesidades de los individuos en los distintos contextos sociales. No podemos hablar de otra economía sin hablar de la distribución, es decir, los comercios y precios justos, los intermediarios, las escalas locales e internacionales, etc.
La economía solidaria es compleja, es decir, multifactorial y dialógica, y cuando se analiza entonces se tiene que revisar por completo, si es que no se quiere caer en el error de seguir reproduciendo el sistema capitalista.
Foto: Eduardo Enrique Aguilar