¡Estrenan sede, siembran modelo mutual …y hortalizas!
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 30 de marzo de 2015
Panamédica se ha convertido en un referente de la salud autogestionada en la Ciudad de México, sobre todo porque ha logrado consolidar a una comunidad de 76 personas con buena dosis de consciencia de lo que significa cuidar la salud de forma individual, pero sobre todo, de forma colectiva.
Para muestra un botón. Los afiliados número uno y dos de la mutual de Panamédica, esquema donde personas se asocian para cubrir sus necesidades de salud con asesoría de profesionales médicos, son los integrantes de la cooperativa de diseño Medios Comunes.
“Cuando conocimos Panamédica dijimos que a nosotros nos correspondía abordar esos caminos cooperativistas”, dice Jorge Cruz, diseñador en Medios Comunes. En su cooperativa, continúa Cruz, pensaban “que había que afiliarnos al IMSS o al ISSSTE, pero al conocer el esquema mutual, decidimos que no había que buscar por otro lado, ni recibir malos tratos, no había por qué tener que pagar servicios muy caros, negligentes, poco éticos y poco sanos”.
Dato adicional es que los integrantes de Medios Comunes poseen una afiliación extraordinaria, lo hicieron bajo un esquema de trueque de servicios, y desde 2013 y 2014 intercambian comunicación gráfica por consultas.
Solidaridad cotidiana
El modelo mutual ha planteado crear una comunidad entre socios de diversas cooperativas y a la fecha ha logrado afiliar a personas de las cooperativas Café Victoria, La Magdalena, Carabina 30-30, Sobolotik, Tijpani, Undeco (de Anenencuilco, Morelos), entre otras.
Otros que se han afiliado son académicos y vecinos. Es el caso de Boris Marañón, investigador de la UNAM, quien junto a su familia, usa los servicios de la mutual desde el origen del proyecto. “A diferencia de otras organizaciones mutuales, aquí se practica la solidaridad de manera cotidiana”, ha descrito Marañón.
Una muestra de esa solidaridad cotidiana se vivió con un tequio cooperativo luego de la mudanza a la nueva sede en la calle Comercio y Administración 28, a unos pasos de Ciudad Universitaria. Ese día participaron 12 personas, algunos con herramientas, otros con recursos económicos y otros con trabajo. Se pintó el salón de talleres y el área de anaqueles de los productos cooperativos, se construyó infraestructura para dental y las bancas de la recepción.
Estudio epidemiológico
Esta colectividad, ha trabajado en reuniones sobre la definición del concepto de salud que ellos desean.
“Se está construyendo una visión colectiva de la salud en un taller que se ha denominado Mi vida saludable, impartido por el doctor Víctor Ríos de la UAM”, explica la psicóloga Sofía Jiménez, presidenta de Panamédica.
“De la mano del taller, se ha realizado una investigación del estado de salud del colectivo, se ha realizado un estudio epidemiológico, a partir de los mismos antecedentes de los afiliados”, agrega la psicóloga.
La responsable de la investigación es la médica Tania Acevedo. Para hacer propuestas clínicas sobre la salud de los mutualistas se han hecho estudios de laboratorio, algunos conseguidos gratuitamente por la UAM y el resto, costeados por la colectividad.
Será tarea de la mutual atender colectivamente los resultados de dicha investigación médica.
Los mutualistas hablan
La cooperativa Café Victoria planteó durante varios meses la necesidad de cubrir la salud de sus socios. “Íbamos al Simi o se atendía cada quién como podía”, describe Óscar Chávez, socio del Victoria.
Del Café Victoria se han afiliado a la mutual 16 personas más tres niños. “La idea es que cada cooperativista tenga derecho a que por lo menos alguien lo revise, que tenga atención médica, óptica y servicio dental”.
Además el hacer comunidad con cooperativistas de otras organizaciones les ha mostrado diferentes panoramas. “El que varios grupos o comunidades vengan, eso cambia mucho”, se toma conciencia del cuidado de tu salud, pero además de lo que le pasa al otro, explica Chávez.
Por su parte, Jorge Cruz define a la mutual como “la formación de una comunidad sana, que autogestiona la salud, que rompe una brecha grande entre los servicios privados y los estatales que muchas veces no cumplen con requisitos éticos ni de infraestructura, …y no es que Panamédica lo tenga todo solucionado, pero la comunidad poco a poco podemos ir cubriendo las necesidades que la misma mutual tiene”.
Nueva sede, igual a diversificación
Del cambio de sede a la casona construida por el arquitecto Antonio Peyri, quien también le metió las manos al Palacio de los Deportes, la psicóloga Sofía Jiménez, se dice motivada. “Nos sentimos más motivadas, hay mucho compromiso, se necesitan más pacientes en algunas áreas pero se pueden hacer más actividades. Se empezó a hacer cinito, danzaterapias, talleres de parejas y para niños”.
Han programado además jornadas de salud y de activación física en la comunidad, donde detectaron casos de hipertensión y presión alta. “Les pedimos que fueran a consulta porque, independiente del pago, se necesita la atención”, dice Sofía.
Además, con material reciclado de la otra sede se abrió una Panatiendita cooperativa, donde se ofrece aromaterapia de Tezcatl, dulces tradicionales, productos de las cooperativas Quali y Pascual, una cafetería donde hay café de Maya Vinic y Tonal, una pequeña librería con material de la cooperativa Ceacatl y la revista Cooperando.
La salud también se siembra
En la parte de atrás de la casona de la Pana también se siembra salud comunitaria. La horticultora Lucía Sánchez, integrante de la mutual, asiste religiosamente cada sábado y trabaja el huerto, revisa las plántulas de lechugas, acelgas y jitomates, y pone a todos a hacer composta.
Además, con gente del proyecto de salud Madre Selva se sembrarán las semillas de un huerto medicinal. Así, epazotes, yerbabuenas y otras manzanillas, en breve germinarán la que será la primera farmacia viva Panamédica.
Fotos: Panamédica
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