Pezuñas, piel, vísceras y excrementos de cerdos contaminan suelo y dañan salud de comunidades.
Ejidatarios de la Coordinadora Regional de Comisariados Ejidales y Comunales de la Cuenca Libres Oriental, Puebla, denunciaron la existencia de tiraderos clandestinos a cielo abierto donde Granjas Carroll sería la responsable de depositar desechos porcinos como heces, pezuñas, piel, vísceras y pelo.
La mayor parte de los desechos encontrados no son compostables y generan contaminación del suelo y afectaciones ambientales, afirmaron los ejidatarios en un comunicado.
Los tiraderos fueron localizados en terrenos de la comunidad de Morelos. De acuerdo a la denuncia, estos funcionan de manera temporal, pues permanecen en un sitio algunas semanas y luego son trasladados a otros lugares. Después, los terrenos contaminados son usados como tierra de cultivo.
Impactos a la salud
De acuerdo a testimonios recabados por el Centro de Estudios Ecuménicos, organización acompañante de los ejidatarios, se han presentado afectaciones en personas que han estado en contacto con los tiraderos clandestinos.
Por ejemplo, una persona menor de edad desarrolló un padecimiento cutáneo, que le dejó cicatrices permanentes luego de estar en contacto con uno de los tiraderos. También aparecieron plagas de insectos no identificados en la vivienda del menor, lo que agravó el padecimiento.
Otros ejidatarios reportaron lesiones en la piel y episodios de fiebre tras recibir picaduras de insectos que provienen de los tiraderos y de las lagunas de lixiviados de las granjas.
“Pedimos que se visibilice este tiradero, que consideramos clandestino porque no tiene permisos. Se trata de una práctica que daña tanto al ambiente como a la salud pública”, dijo un representante comunitario.
Las demandas
La Coordinadora Regional de Comisariados Ejidales y Comunales de la Cuenca Libres Oriental señaló que esta práctica dejar tiraderos clandestinos es parte de un contexto de despojo y contaminación por parte de Granjas Carroll en la región.
Recordaron que en fechas recientes se anunciaron nuevos proyectos empresariales en la zona, lo que supondría intensificar la crisis ambiental y social en una región catalogada de emergencia ambiental y sanitaria.
La coordinadora junto con comisariados de ejidos vecinos y el movimiento ATZIN, demandaron la clausura inmediata de los tiraderos clandestinos, el retiro definitivo de Granjas Carroll y no entregar nuevos permisos a más empresas en la Cuenca.
Los ejidatarios presentarán denuncias formales ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Salud, aunque advirtieron que en ocasiones anteriores sus demandas han sido ignoradas por las autoridades.
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