Encuentran 769 colmenas afectadas por intoxicación, principalmente fipronil.
La Alianza Maya por las Abejas Kaabnalo’on denunció una cuarta oleada de mortandad de abejas ocurrida en varias comunidades de Tizimín, Yucatán. Esta muerte masiva fue ocasionada por la intoxicación por plaguicidas, principalmente fipronil, sustancia prohibida en la Unión Europea y 11 países más debido a su letalidad contra las abejas.
La mortandad fue reportada por apicultores de las comunidades de Chenkekén, San Pedro Juárez, Dzonot Mezo, Tixcancal, San Luis Tzuctuk y Santa Clara Dzibalkú, del municipio de Tizimín y ocurrió durante marzo. Sin embargo, los apicultores desde 2018 ya habían presentado reportes de intoxicación de abejas vinculados a cultivos de papaya, chile, tomate, maíz y soya.
En un comunicado, la organización maya detalló que se produjo una afectación en 769 colmenas. De ellas, en 536 se encontraron severos daños y en 239 se observaron disminución de la población, lo que representa, de acuerdo a la informado, una pérdida económica superior a 4 millones 371 mil pesos y una pérdida de 3 mil 630 días de trabajo rural.
La muerte masiva de abejas está vinculada a la producción industrial de maíz en ranchos cercanos a los apiaros, propiedad de la empresa agrícola Enerall conocidos como ranchos Santa Cruz, Paknal, Granados y San Mateo, donde se ha observado la aplicación de plaguicidas, señalaron los apicultores.
Añadieron que con apoyo de investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) recogieron muestras de abejas muertas para ser analizadas en Laboratorio Nacional de Toxicología, Unidad Apodaca, encontrando residuos de los insecticidas fipronil, clorpirifos y endosulfan, así como fipronil sulfone y fipronil sulfide.
La Alianza Maya por las Abejas informó que presentaron dos denuncias ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y una ante el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) sin que se hayan investigado los hechos ni interpuesto medidas de seguridad para atender la problemática.
La organización señaló que junto a esta muerte de abejas ocurren otro tipo de daños ambientales pues se impacta a otras especies polinizadoras. Además, recordó que el uso de plaguicidas no está permitido en la Península de Yucatán debido a su suelo kárstico altamente permeable; por ello exigieron a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) cancelar los registros y permisos para la importación y uso del fipronil.
La denuncia de la organización de apicultores está sustentada en un informe del Colegio de la Frontera Sur, elaborado por los investigadores Marco Cupul, Irma Gómez, Eric Vides Borrell y Rémy Vandame.
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