Abre la posibilidad de profundizar daños socioambientales por la industria extractiva.
Organizaciones denunciaron que el gobierno de Puebla pretende aprobar el Programa de Ordenamiento Ecológico “cuyas políticas y regulaciones dejan abierta la posibilidad de profundización de daños socio ambientales por industrias mineras y de extracción de hidrocarburos”.
Hoy entregaron a la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, observaciones y cuestionamientos al anteproyecto del ordenamiento estatal y alertaron a la población de la intención del gobierno poblano de aprobarlo “violentando nuestros derechos al medio ambiente sano, al agua, a la salud, a la alimentación, así como el derecho al territorio y a la libre determinación de los pueblos originarios”.
A través de un comunicado las organizaciones indicaron la pretensión de validar un proceso de simulación de consulta pública que “no ha asegurado condiciones adecuadas de información y difusión entre la ciudadanía, menos aún en zonas donde habitan pueblos originarios”.
Señalaron que el ordenamiento tiene inconsistencias, vacíos y en algunos casos potenciales violaciones a derechos como a un medio ambiente sano, al agua, a la alimentación, a la salud, ya que avalan procesos extractivos en lugares como Zacatlán y Libres que tienen “fuertes impactos negativos” socioambientales. “Llegan al extremo de hablar de mantener la minería ´sustentable´ en el estado”.
Asociaciones como el Consejo Tiyat Tlali, el Centro de Estudios Ecuménicos, el Consejo Regional Totonaco, el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, entre otras, dijeron que el documento no es claro en cómo avanzar en los programas de manejo forestal desde las diferentes políticas de preservación, conservación, restauración, aprovechamiento y sustentabilidad, ya que en el estado existen bosques en propiedad social.
Asimismo, indicaron que dicho ordenamiento busca impulsar una restructuración productiva para fomentar el cultivo de agave mezcalero, cuando ha generado graves problemas como la pérdida del agave silvestre por sobre explotación, deforestación, incremento de plagas, uso intensivo de agroquímicos, así como una mayor erosión del suelo.
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