“No es desarrollo, es despojo”, manifiestan.
Comunidades indígenas del Istmo de Tehuantepec se manifestaron contra el despojo que ha generado el Corredor Interoceánico en Oaxaca, ante la visita que hizo el presidente López Obrador para supervisar los avances del megaproyecto.
La Asamblea Oaxaqueña en Defensa de la Tierra y el Territorio expresó su solidaridad con las comunidades mixes que realizaron bloqueos carreteros y que se manifestaron en los ejidos de Piedra Blanca, Estación Sarabia, Guichicovi, Mogoñé Viejo, Zarzal a pesar de que la Guardia Nacional ocupó posiciones en la zona.
Bajo el lema de la campaña lanzada el 20 de noviembre: “No es desarrollo, es despojo”, integrantes de la asamblea de pueblos denunciaron que con el Corredor Interoceánico se encuentran amenazados 18 pueblos originarios que históricamente han cuidado y defendido el territorio y sus recursos naturales.
Denunciaron que en Oaxaca como en todo el país avanzan grandes obras extractivistas como minería, hidroeléctricas, agricultura industrial, gasoductos, fracking, refinerías, que atentan contra la libre determinación de los pueblos y el territorio.
Señalaron que estos megaproyectos ya han dejado devastación ambiental y división en las comunidades; y se impusieron mediante concesiones sin consultas, o con consultas fraudulentas y compra de autoridades, contubernio con el crimen organizado, militarización y asesinato de personas defensoras.
La asamblea realizó un llamado de emergencia y solidaridad en favor de los movimiento sociales que se expresan en Oaxaca, en todo el sur de México y en la Sierra Tarahumara.
Durante la visita del fin de semana a la zona del Istmo, el titular del Ejecutivo precisó que todo el proyecto del Corredor Interoceánico “va ser manejado por una empresa que va a estar bajo la custodia de la Secretaría de Marina”.
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