Las grandes empresas de la energía verde siguen patrones de la industria extractivista, señalan.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 27 de mayo de 2020
En el marco del debate de las energías renovables en México, la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) planteó una transición energética ecológica a través de “la construcción participativa, social, comunitaria y popular, desde la autogeneración autónoma de energía eléctrica”.
Para la APIIDTT, no es energía verde “si es de las grandes empresas”, menos si éstas son “las que más contaminan”, y enfatizó que gran parte de la energía renovable que se produce en el país sigue “patrones característicos de las industrias intensivas y extractivistas”.
En este contexto, el 25 de mayo el Juez Primero de Distrito Especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Telecomunicaciones concedió siete suspensiones definitivas a trece empresas que se ampararon en contra del acuerdo emitido por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) que impide la entrada de nuevas plantas eólicas y solares.
Algunas de estas empresas fueron Recursos Solares PV de México IV, Akin Solar y Fuerza Eólica de San Matías. El Cenace aseguró acatar las resoluciones y alistar impugnaciones contra autoridades judiciales.
Por su parte, Greenpeace señaló que la concesión de permisos para las eólicas ha beneficiado a empresas extranjeras “a costa de despojar a pueblos indígenas de sus tierras”, y pidió al gobierno mexicano “no solape abusos contra la ciudadanía para la generación de las energías limpias”.
Desde 2006, organizaciones locales han denunciado a las empresas privadas de energía eólica por el despojo al territorio que han vivido las comunidades de la región oaxaqueña.
A partir del 2009, la Asamblea istmeña se integró a la Red Nacional de Resistencia Civil que está formada por 15 organizaciones pertenecientes a ocho estados del país. Los dos ejes de la Red son la defensa del territorio y el reconocimiento constitucional de la energía eléctrica como un derecho humano.
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