Crónica de un desmadre bien organizado.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 24 de noviembre de 2014
La casota del Chanti Ollin fue la sede del primer capítulo del Autogestival 2.0, de autoformación, donde concurrieron decenas de proyectos de colectivos que autogestionan su quehacer, que va de la producción de ropa al uso de las monedas sociales.
Provenientes de multitud de lugares como Pachuca, Estado de México, Monterrey, Quintana Roo y prácticamente todas las delegaciones defeñas, alrededor de una centena de personas debatieron en cuatro mesas de trabajo sobre economía solidaria, salud autogestionada, inclusión al medio ambiente y medios libres como alternativa al modelo económico del capital.
Cuchicheando en los descansos
De pie, sentados al piso o en sillas plegables escuchando las ponencias, pedaleando las bicimáquinas, cuchicheando en los descansos de las escaleras o ya de plano haciendo una pausa cafetera o pulquera en la cafetería-panadería-fonda vegana del Chanti, los colectivos iban y venían de explicar sus propuestas a planear proyectos conjuntos.
Ya los había conocido por Facebook, les dijo Wendoline de la cooperativa de médicos y quiroprácticos Bamboo, a los asistentes de la mesa de Economía Solidaria, pero quise venir a conocer sus proyectos en persona. La cooperativa Bamboo ofreció sesiones de quiroterapia a los autogestivaleros.
Emilio del colectivo La Barranca, explicó que en Cuajimalpa quieren hacer una cooperativa amplia que sustituya los servicios públicos (medio inexistentes allá). “Ya hicimos la primera cooperativa y es de recolección de basura y de educación para el medio ambiente”, comentó. La idea que tienen es sustituir otros servicios.
Nora es gestora cultural “y actriz bajo el modelo capitalista”, se confesó, “pero ya me cansé”, y fue por eso que asistió a conocer cómo usar un modelo autogestivo en su práctica profesional.
Desmadre bien organizado
Productores de cerveza artesanal, de mermeladas, de panes naturales, ciclistas, terapeutas, de ropa, comunicadores, profesores, huertos urbanos, promotores de la cannabis, estuvieron participativos en las mesas y en los talleres.
Para donde se volteara, arriba, abajo, a los lados, y hasta en la azotea, había una charla horizontal, era un desmadre bien organizado.
Había quienes producían mermeladas pero no sabían de donde traían el cacahuate que compraban, “espero que sea de una cooperativa grande de la India”. Ante la duda Enoc, de la cooperativa Rastafari África Libre dijo “nosotros trabajamos con Ecosta, productora de frutos de la Costa Chica –en Guerrero-, ellos producen cacahuate”, ofreció.
En busca de cambiar la lógica individualista del “Hazlo tú mismo”, al hacerlo colectivamente en contraposición de la cultura consumista, se desarrollaron varios talleres como el de pasta dental, de reciclado, cartonería, agricultura para departamentos, telar artesanal, veganismo para atletas, entre otros.
Las mesas
La mesa de Economía Solidaria fue una de las más concurridas, ahí se repensaron las formas de relaciones económicas, se propuso a la economía solidaria como una forma de construir relaciones de producción, distribución, consumo y financieras, basadas en la justicia, la cooperación, reciprocidad y ayuda mutua.
Hubo muchas menciones a las monedas sociales y preguntas sobre si las cooperativas eran o no alternativas al modelo capitalista.
En la mesa de Salud Autogestionada se debatió largamente el concepto de Salud, logrando una definición que la considera como un proceso donde las personas pueden alcanzar la plenitud, así como la adquisición de conciencia de dicho proceso y la responsabilidad de promover la salud propia y colectiva a partir de las relaciones personales y con la naturaleza. Al final se presentó el esquema mutual de Panamedica, lo que trasladó el debate del concepto de Salud “al modelo que queremos”.
El ambiente
Durante la mesa de ecología y medio ambiente participaron representantes de diferentes colectivos como Mi verde Morada, Enchúlame la bici, Sembrando entre grietas, entre otros, además de representantes de la comunidad de Huexca, quienes luchan contra la construcción de la termoeléctrica y el gasoducto que forman parte del proyecto integral Morelos.
En la mesa se decidió sacar un manifiesto de manera directa que pueda unir a todos los proyectos que tiene problemas similares en sus territorios naturales, ya que “si la comunidad no está unida no se podrá luchar”, se mencionó que “es importante ir más allá de la teoría y la discusión, se necesitan trabajar los problemas directamente con la comunidad”.
Posdata
El posdata del primer capítulo del Autogestival 2.0 fue un recuento de proyectos denominado “mapeo de esfuerzos”, donde los representantes de las iniciativas pegaron decenas de papeles que describían nombre y actividad del colectivo o cooperativa. Al final el mapa del DF lució colorido y saturado de proyectos.
El capítulo dos, el de intercambio, se presenta el próximo sábado 29 de noviembre en la Universidad Obrera, ubicado en San Ildefonso 72, colonia Centro. Llegue temprano porque se acaba.