Con 190 mdp se garantizan ahorros de 30 mil socios.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 04 de junio de 2013
Caja Popular Mexicana, adquirió en días recientes los activos y pasivos de las cajas Crescencio Cruz y Gerardo Green, que contaban con amplia presencia en el sureste mexicano.
Con esta operación la Caja Popular llega a los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo y alrededor de 30 mil nuevos socios.
Lo anterior ocurrió a partir de un proceso de absorción, donde la Caja Popular Mexicana junto con el Fideicomiso Pago (FiPago) y los Fondos de Protección del Sector, aportaron un monto de alrededor de 190 mdp para asegurar la administración de los bienes y deudas de dichas cajas.
La normatividad de las cajas de ahorro y préstamo prevé varios mecanismos para asegurar el ahorro de las cajas que se encuentren en riesgo, uno de ellos es la “absorción”, otros son la “fusión” y la “liquidación”.
Para la absorción de las cajas Crescencio Cruz y Gerardo Green el FiPago aportó 70 mdp, los Fondos de Protección del Sector otros 70 mdp y la Caja Popular Mexicana 50 mdp.
El FiPago es un fondo integrado con recursos públicos de nivel federal y de nivel estatal, mientras que los Fondos de Protección son integrados con recursos aportados por las cooperativas de ahorro y préstamo.
Para que proceda la “absorción” es necesario que la caja se haya constituido con anterioridad al 2002, que esté autorizadas por la CNBV, que haya una petición de rescate por parte de los socios, que acuerden la disolución o quiebra, acreditar la existencia de un ahorro y recibir una auditoria de parte de un “despacho con solvencia internacional”.
Dicho despacho define los términos en que se debe realizar el rescate. La absorción implica asumir el control administrativo de activos y pasivos de la caja, así como la desaparición de la figura jurídica de la caja rescatada.
Las Caja Crescencio Cruz tenía una antecedente de problemas administrativos en 2004, cuando un directivo fue acusado de fraude, en 2006 recibió una primera línea emergente de apoyo del FiPago para sanear la caja, sin embargo por malos manejos la cooperativa se encontraba nuevamente en problemas financieros.
Fue entonces que existió la posibilidad de realizar un nuevo saneamiento de parte de los fideicomisos correspondientes, con la condicionante de que una caja “grande” asumiera la administración. Así llegaron a la absorción.
Si bien los socios de las cajas pueden disponer de sus ahorros, obtener un crédito o hacer una inversión, con la nueva administración la aportación inicial de los socios se vio mermada de 2 mil a 700 pesos.