Se plantea reducir importaciones de maíz y uso de plaguicidas altamente tóxicos.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 04 de diciembre de 2018
Ante el compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador, de no permitir la introducción y el uso de semillas transgénicas, la organización Semillas de Vida planteó cambiar todo el modelo de producción agroindustrial.
“Nos parece fundamental el compromiso, nos gusta mucho, pero no sólo es el tema de los transgénicos sino el modelo de producción agrícola, tanto tecnológico como el objetivo mismo de la producción agropecuaria”, afirmó la doctora Adelita San Vicente, integrante de la organización defensora del maíz nativo.
La investigadora aseguró que los transgénicos son una parte del paradigma de producción agroindustrial que debe cambiar. “Se debe debatir para qué queremos la producción agropecuaria, para el mercado internacional o para ejercer nuestro derecho a la alimentación”, cuestionó.
La representante de Semillas de Vida señaló que se requiere una política de bioseguridad, misma que no existió durante el sexenio anterior, aseguró, “pues a pesar de las denuncias hechas durante años, se sigue sembrando soya transgénica y fumigando comunidades mayas”.
Otro asunto que debe atenderse, prosiguió, es evitar la importación de maíz transgénico y para ello hay que apoyar a los productores de pequeña escala que cosechan el 52% del maíz que se come en México.
Durante su mensaje del domingo en el zócalo de la Ciudad de México, López Obrador enumeró 100 compromisos, en el punto 74 leyó: “Protegeremos la diversidad biológica y cultural de México. Impulsaremos prácticas agroecológicas que aumenten la productividad sin dañar a la naturaleza. No se permitirá la introducción y el uso de semillas transgénicas”.
Sobre el tema de la diversidad biológica, Adelita San Vicente, aseguró que se tiene que iniciar un debate nacional, pues la biodiversidad se debe mantener como un bien común y corre el peligro de convertirse en una mercancía asociada a sus conocimientos ancestrales. “Se debe plantear incluso la salida del Protocolo de Nagoya, firmado en 2012 con Felipe Calderón, pues ese protocolo significa la mercantilización de los recursos genéticos”, señaló.
Por su parte la organización ambientalista Greenpeace, planteó algunas recomendaciones al nuevo gobierno como modificar la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados y reconocer al territorio mexicano como centro de origen y biodiversidad del maíz nativo.
Asimismo Greenpeace propuso la eliminación progresiva de cupos de importación de maíz amarillo y de 183 plaguicidas altamente tóxicos usados en México que son prohibidos en otros países.
