Industria oculta el número de pozos, no existe información de sitios donde se desechan materiales radioactivos.
Fotos: sie7edechiapas.com y eldiario.es
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 14 de noviembre de 2017
La organización CartoCrítica documenta la existencia de más de 5 mil pozos de fracking activos, mientras el gobierno mexicano a través de la Ley de Transparencia sólo informa de mil 500 en el país.
La técnica de fracking o fractura hidráulica es una de las formas más contaminantes de extraer hidrocarburos no convencionales, a pesar de ser cara y altamente dañina, es fomentada por la Secretaría de Energía que ha reportado que el potencial de hidrocarburos en áreas terrestres en su mayoría es no convencional, razón por la cual fomenta su expansión.
Esta industria además de gastar miles de millones de litros de agua, también la contamina con 750 tipos diferentes de productos químicos en los fluidos que se inyectan al subsuelo, con el único fin de extraer gas y petróleo. Entre las sustancias usadas destacan el metanol, benceno, tolueno, etilbenceno y xileno, de gran toxicidad.
Datos confirmados por la Alianza Mexicana contra el Fracking, quienes mencionan que esta técnica también potencializa diversas enfermedades humanas, genera sismos antropogénicos y emite gases que contribuyen al calentamiento global.
Durante una investigación para conocer el número de pozos activos, Manuel Llano, integrante de CartoCrítica, logró identificar, después de cientos de solicitudes de información amparadas en la Ley de Transparencia, primero la existencia de mil 500 pozos en el país, posteriormente consiguió datos de dos campos petroleros, uno con 3 mil 500 pozos y otro con mil, todos activos.
Ante esta situación considera que la industria oculta los datos del número de pozos para evitar la oposición de amplios sectores de la sociedad y de esta manera evadir la rendición de cuentas.
Otro dato alarmante, es la falta de información relacionada con los pozos letrina, donde el agua de desecho, que ya fue utilizada en una o más ocasiones, se inyecta a grandes profundidades, saturada de los químicos que originalmente se emplean en el proceso de extracción, además de metales pesados, hidrocarburos e incluso materiales radiactivos como el radón, que al final se mezclan en el subsuelo.
Con información de actualidad.rt.com