Iniciativa Ciudades +B busca mejorar calidad de vida a partir de redefinir el sentido de éxito

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Surge esta iniciativa en Brasil, Chile e incipientemente en México con apoyo de empresas y ciudadanos.


Foto: sistemab.org

Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 13 de noviembre de 2017

Emprendedores, activistas y empresarios se han organizado desde 2006 en un movimiento global denominado Sistema B, con el que buscan hacer una nueva “genética económica” donde los valores y la ética inspiren soluciones colectivas sin olvidar las necesidades particulares.

De acuerdo a su sitio web, el Sistema B surge como respuesta al sin sentido de una economía que crece financieramente, a costa de genera inequidad, acabar con los recursos de la Tierra, profundizando el individualismo y la exclusión de miles de personas.

La iniciativa promueve formas de organización económica que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra.

Sistema B nace en América Latina, sus fundadores, son los emprendedores Juan Pablo Larenas, Gonzalo Muñoz, María Emilia Correa y Pedro Tarak, quienes se alían a BLab, iniciativa global que surge en el 2006 en Estados Unidos y Canadá, con el objetivo de re-definir el sentido del éxito en la empresa: Solucionar problemas sociales y ambientales a partir de los productos y servicios que se comercializan.

En un intento por mejorar la calidad de vida de las comunidades nace la iniciativa Ciudades +B, como una plataforma colaborativa entre Sistema B y diversas organizaciones internacionales dirigidas al “desarrollo económico sostenible” de las ciudades.

Ciudades +B busca incentivar a las metrópolis de América Latina y sus empresas para que evalúen y tomen conciencia de su impacto socioambiental y con esta información implementen programas de mejora para la urbe a través de sus negocios.

Bajo esta premisa, Río de Janeiro realizó el proyecto piloto denominado Río+B, donde las empresas que se sumaron a este compromiso, respondieron un cuestionario sobre cinco áreas: gobernabilidad, empleados, comunidad, medio ambiente y modelo de negocio, posteriormente recibieron acompañamiento para el desarrollo de un plan de acción capaz de aumentar su impacto positivo en la ciudad.

Entre 2016 y 2017 más de 200 empresas han aplicado y medido su impacto en Río+B y continúan trabajando.

En marcha el proyecto Santiago+B en Chile.
Otras ciudades también buscan implementar esta iniciativa como Medellín y Mendoza en Colombia, y durante octubre se lanzó Santiago+B, en Chile.

El proyecto chileno se implementó en asociación con Santiago Humano y Resiliente, de la Intendencia Metropolitana, los trabajos durarán dos años y abarcarán temáticas de movilidad urbana, medio ambiente, desarrollo económico, seguridad, gestión de riesgo y equidad social.

María José Ramírez, directora de Santiago+B, explicó en una entrevista para el portal Veo Verde, que el proyecto cuenta con la “Medición de Impacto B”, herramienta online gratuita, utilizada en más de 50 países, que permite evaluar la gobernanza, la relación con los trabajadores, el medio ambiente, la comunidad y el modelo de negocios de cada empresa participante. De este modo se puede saber cuáles son sus impactos positivos y negativos.

Finalmente hizo una invitación a participar de estas estrategias, porque “la única manera de que se involucren los ciudadanos, es que se sientan parte del problema, así también se sentirán parte de la solución”.

En México el Sistema B está en proceso de formalización, a la que ya se han integrado 16 empresas sociales mexicanas como Cielo Hamacas, Pixza y Grupo Mia entre otros, además de la empresa colombiana Matteria, con operaciones en el país.

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