Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca
Nunca lo hubiera imaginado, precisamente es Tlaxcala la primera región que vio a los invasores Europeos y los trató como eran, humanos común y corrientes. Y es en Tlaxcala que se vuelve a mirar atrás para detener los enfermizos ataques que hoy recibe su naturaleza: La Matlalcueyetl.
Tres comunidades ubicadas en las faldas de este hermoso Volcán, Tetlanohcan, Tlacuapan y Muñoztla, organizaron un Encuentro al que denominaron primer encuentro integrador de sus experiencias en la defensa de su sagrado territorio. Autoridades y Colectivos que han decidido detener la Tala clandestina de su bosque, que ha fomentado acciones violentas que se cierran con plagas por abandono y burocracia forestal Estatal y Federal, se encontraron con otros colectivos del Altiplano en defensa del agua y del territorio.
La lucha encarnizada contra la empresa Bonafont, a lado de experiencias de autogestión de Cherán Keri de Michoacán, organización de Mujeres, hicieron del evento una flor que hizo germinar en todos un elevado grado de creatividad. No faltó la Música, el teatro, que fortalecieron la asamblea para la recuperación de lo Propio.
Se hizo ver también la importancia actual de detener el avance de Partidos Políticos. Y la presencia del Estado, que debilita la autogestión interna y limita la participación. A cambio se disertó la relevancia de los usos y costumbres, que en Tlaxcala se hace evidente en 90 comunidades y activa o conscientemente en 40. La asamblea ha corrido paso contiguo a la defensa de lo propio.
Es indudable que estas tres comunidades Tlaxcaltecas exigen de sí mismas trascender el espectro civilizatorio que invadió la región del Anáhuac. ¿Cómo? Aferrándonos a lo nuestro, a lo que la Civilización Occidental nos ha arrebatado, nos ha ignorado, nos ha encubierto, pero que con la relación directa al suelo que nos da cobijo y sustento, hemos de reproducir, hasta con los sueños.
La lucha comunal se empieza a ver en todos los rincones en donde la respuesta de vivir bien está en la defensa del suelo que habitamos, de la participación de todos los que ahí estamos, del trabajo que realizamos y celebramos con todo el esplendor logrado. Nos quedó muy claro, que la lógica natural es la que nos permitirá la defensa de lo propio, del agua, del bosque que no es cosa ni mercancía sino vida.
Imagen: Luna Ortiz. Colectiva MaCMo. Oaxaca, Oaxaca, 1986.
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