Inician proceso para crear las bases de un marco regulatorio con el principio del cuidado de la vida.
Colaboración especial de Blanca Cruz Cárcamo
Acompañante de procesos de autonomía
Septiembre inició de fiesta en el Kaltaixpetaniloyan (La Casa donde se abre el Espíritu), cuando comenzaron a llegar de diversas partes del país y del mundo integrantes de organizaciones comunitarias que impulsan proyectos de generación de energía en sus territorios, compañeros cooperativistas, activistas, comunicadores, quienes acudieron al llamado de encontrarse en el Foro “Futuras comunidades de energía mexicanas: generemos proyectos de vida”, convocado por la Unión de Cooperativas Tosepan Titataniske desde el proyecto “Energía para el Yeknemilis-Xa tlan latamat (Buen Vivir) de la Sierra Nororiental de Puebla”, el cual tuvo lugar el pasado 1 y 2 de septiembre en Cuetzalan, Puebla.
El foro se realizó en el marco del proyecto que la Fundación Tosepan A.C. desarrolla en conjunto con el CONAHCYT desde hace 3 años, impulsando un proceso de investigación e incidencia desde las comunidades que busca proponer un modelo alternativo de gestión de la energía a partir del modo de vida de los pueblos masewal, tutunakú y mestizo que habitan en la Sierra Nororiental de Puebla.
“Energía desde el Yeknemilis (buen vivir de los pueblos), contar con nuestros propios medios para generar nuestra propia energía, …naturaleza y energía pueden existir en armonía… Crear energía en lengua materna, fueron algunas de las consignas que en un diálogo fraterno, abierto y lleno de corazón se dejaron escuchar”.
Las y los participantes compartieron su experiencia y sueño dando cuenta de la riqueza de procesos que existen en México y el mundo para la creación de otros esquemas de generación, aprovechamiento y distribución de la energía, por lo que el encuentro ha sido un aporte de Tosepan por demás valioso para dialogar, articularse y fortalecer este movimiento de comunidades y organizaciones que ya están caminando hacia la autonomía energética.
Las dinámicas y charlas permitieron revisar conjuntamente que las barreras centrales tienen que ver con recursos, capacidades técnicas y ausencia de marco regulatorio y política pública que incluya la visión de las comunidades. Se reflexionó también sobre las cooperativas de energía en México y en otros países como un ejercicio importante que abona al aprendizaje colectivo y que se puede nutrir también de la visión comunitaria para seguir abriendo camino hacia el mundo que se está soñando, lo que necesariamente implica ajustes sobre el camino actual: un sistema energético desigual.
Los aportes que este primer foro recogió comienzan a colocar las bases para crear un marco regulatorio propio de las comunidades que señalaron tendrá como guía y punto de partida los principios de cuidado de la vida, colaboración, responsabilidad, donde la energía deje de ser una mercancía para comenzar a ser un bien común autorregulado por los pueblos.
Como parte de la continuidad de este proceso de reflexión e incidencia, se acordó generar un documento que comunique la postura colectiva de las comunidades rurales energéticas en México a partir del proceso de creación de nuevas regulaciones en materia de Generación Distribuida Colectiva de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
El encuentro permitió celebrar juntos la vida en medio de reflexiones, música y canto. Con su jarana en mano el compañero creó sus décimas dejando todo muy claro: “Hará falta más que ciencia, dinero o tecnología para dar a la energía ese cauce de unidad, que sólo en comunidad será la soberanía”.
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