Un decreto de hace 21 años les quitó su espacio de pesca.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 27 de mayo de 2014
De última hora, y por la intervención de Jaime Martínez Veloz, comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas (CDI), la Cooperativa Pueblo Indígena Cucapá, decidió respetar una veda que les impide pescar a pesar de ser su sustento principal.
En días previos las socias de la cooperativa, indígenas cucapá, habían anunciado que romperían la veda y saldrían a pescar el domingo 25 de mayo porque no habían alcanzado los acuerdos necesarios con funcionarios federales y locales de Baja California, la respuesta de éstos había sido aumentar la vigilancia.
La semana anterior, luego de varias manifestaciones, las socias de la cooperativa habían logrado una reunión con funcionarios de diversas dependencias federales y locales para exponerles su necesidad de salir al río y buscar su sustento. “Si no pescamos, no existimos”, dijeron.
De aquél encuentro que se llevó a cabo en la Secretaría de Gobernación se acordaron varios puntos que aparentemente destraban un conflicto de 21 años.
Hilda Hurtado, presidenta de la Sociedad Cooperativa Pueblo Indígena Cucucapá, dijo que esta es la primera vez que firman un acuerdo con una autoridad y que esperan no haberse equivocado ya que por cuestiones históricas, siempre existe la desconfianza.
Conflicto histórico
La comunidad Cucapá se encuentra ubicada en los márgenes del Delta del Río Colorado y el Alto Golfo de California, la integran medio millar de indígenas y de ellos, unos cien, tienen el permiso para pescar.
“Aquí en Baja California los primeros que poblaron estas tierras, es la tribu Cucapá; la pesca significa para nosotros el conservar nuestra cultura”, dice doña Hilda Hurtado en un video donde explica el conflicto.
En 1993, durante el gobierno de Salinas de Gortari, la zona de influencia Cucapá fue decretada Área Natural Protegida, en 2005 se estableció la veda y en 2011 una Cuota de Captura para la curvina golfita, especie pescada tradicionalmente por los cucapá, en ningún caso fueron consultados a pesar de que el Artículo 2 Constitucional y el convenio 169 de la OIT, les otorga el derecho para decidir sobre sus recursos y territorio como pueblo indígena.
“Cuando se decreta esta área natural protegida no fuimos consultados y teníamos derecho porque nos afectaba directamente al pueblo Cucapá, porque de ahí vivimos nosotros, de la pesca”, prosigue doña Hilda.
Los cucapá pescan una vez al año en un periodo de 20 días, entre los meses de marzo a mayo, sin embargo este año, al no estar terminados los caminos y puentes que les permiten llevar sus embarcaciones, no pudieron hacerlo antes de la veda.
“Año con año, el gobierno ha endurecido sus normas restrictivas sin tener en cuenta que esta actividad es el pilar fundamental de nuestra subsistencia”, denuncian. Agregan que han sufrido violaciones en sus derechos humanos, les han requisado su producto, su equipo de pesca, han padecido detenciones, amenazas y agresiones físicas. “Esta situación ha llegado a un punto insostenible para nuestra comunidad”, señalan.
“Yo no sé si ustedes han ido al río, siempre estamos rodeados de gobierno, la CONAPESCA acá en la orilla (…), eso ha ocasionado que en ocasiones los soldados le han apuntado en el vientre a una de mis hijas con seis meses de embarazo”, dice doña Hilda.
En abril de este año la Cooperativa Indígena Cucapá envió cartas a varios funcionarios federales como al titular de Gobernación y al de Sagarpa, pero al no recibir respuesta el 9 de mayo se manifestaron y cerraron la carretera Mexicali – San Felipe, con saldo de varias detenciones y denuncias en su contra.
La respuesta institucional
La semana anterior, en la citada reunión con los funcionarios y representantes de la cooperativa, firmaron un documento donde acordaron la modificación del Decreto Presidencial del área protegida, para que se reconozca a los “pescadores Cucapá como pobladores originarios y usuarios históricos” de la reserva así como sus derechos territoriales y de pesca.
El convenio firmado por Mario Aguilar Sánchez, titular de CONAPESCA; Jaime Martínez Veloz, de la CDI; Guillermo Aldrete Haas, delegado de la Sagarpa en Baja California, entre otros funcionarios, también señala la realización de una mesa técnica interinstitucional cuyas propuestas serán enviadas a los cucapá para su revisión y aprobación; la construcción de dos caminos de acceso seguros que no se destruyan año con año al subir la marea; así como la revisión de los casos y desistimientos de las órdenes de aprehensión producto del cierre de la carretera.
Pescar sin permiso
El documento, que aparentemente destraba un conflicto histórico, plantea apoyos para la modernización de embarcaciones menores y la posibilidad de acceder al programa federal PROPESCA o al Programa de Empleo Temporal, sin embargo no se alcanzaron acuerdos sobre su seguridad ni la posibilidad de comercializar la curvina golfina en el mercado nacional, ni nada dice sobre la posibilidad de pescar en estos días, como había anunciado la cooperativa.
“No sabemos si habrá detenciones, pero no tenemos opción porque nosotros queremos seguir existiendo como pueblos originarios, pensamos que quieren desaparecernos, pero nosotros vamos a resistir”, había dicho Mónica González, socia de Cucapá. “Los Cucapá seguiremos vivos mientras pesquemos”.
La intervención de última hora de Martínez Veloz evitó las detenciones pero no resuelve la necesidad de sustento.