“Logro político de tumistas”.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 16 de abril de 2014
Hace tres años y cuatro meses, cuando en el poblado del Espinal, Veracruz, comenzó a circular la moneda comunitaria Túmin, jamás se pensó que se llegarían a pagar impuestos locales y hasta bautizos y bodas con ella.
Hace unos días los usuarios del Túmin agregaron a su lista de socios a quienes son los representantes de los poderes políticos y religiosos en el pueblo: el Ayuntamiento y la Iglesia.
El hecho concreto es que el presidente municipal del Espinal, don Evencio Tovar Vázquez; y el párroco de la iglesia San José, don Pablo Gutiérrez Gómez, se convirtieron en los socios 432 y 433 del Túmin.
Con ello los pobladores del Espinal han podido pagar un porcentaje de los impuestos locales, como prediales y uso de suelo, así como todos los servicios eclesiásticos y hasta limosnas, con esta moneda comunitaria.
El gobierno local
De estas instituciones el Ayuntamiento fue el primero en circular el Túmin, pues ya compró artículos de limpieza en la tienda de doña Perla y el doctor Juan José, “Abarrotes Perlita”, usuarios fundadores de esta moneda social. Y lo hizo pagando el 100 % del valor de los productos con Túmin.
Cuando don Evencio Tovar aceptó el Túmin, lo hizo convencido de los beneficios sociales que ha recibido el pueblo gracias a esta moneda: identidad comunitaria, confianza entre la gente, incremento del turismo y un paliativo económico.
Pagar impuestos con Túmin, aunque sea un 10 %, fue calificado por los usuarios como un “logro político de tumistas”.
El reino del cielo en el pueblo
El representante de Dios en el pueblo del Espinal, el padre Pablo, originario de Papantla y quien lleva cuatro meses en la parroquia local, poco conocía del Túmin.
“Se me hacía raro ver el cartel Aceptamos Túmin por todos lados, en Espinal y en Papantla. Túmin significa dinero en totonaco, pero no sabía a qué se refería”, declaró a la prensa local.
Hoy la parroquia de San José recibe Túmin para pagar el servicio del baño, así como bautizos, XV años, bodas, “intenciones” y hasta limosnas.
“No siempre se tiene la suerte de tener sacerdotes sencillos, identificados con el pueblo, acompañando sus luchas y esperanzas como uno más”, han dicho los tumistas.
“Esta inclusión nos fortalece”
El hecho de que el padre Pablo acepte Túmin ha sido calificado por Juan Castro, promotor de la moneda comunitaria, como un “aval moral”.
En entrevista con La Coperacha Juan Castro dibuja la importancia de que la Iglesia y el Ayuntamiento usen Túmin:”Para nosotros es muy importante que las instituciones que tienen poder le entren, porque mucha gente necesita que haya un respaldo”.
Juan señala que al crecer la base social de socios, las instituciones se vieron casi obligadas a participar. “Se están adaptando al Túmin, son un socio más, nosotros somos 438 socios y la voz de ellos no tiene ningún peso más que cualquiera de nosotros”.
Y ataja, “esta inclusión nos fortalece, no nos condiciona, no dependemos de ellos en nada, no nos dieron nada, al contrario nosotros les dimos Túmin”.
“Lo importante es que haya una ideología de la economía solidaria porque a todos nos resulta agobiante el sistema que tenemos”, prosigue Juan.
Se le pregunta si no hay temor de que los usen políticamente. “Nosotros les dejamos bien claro que no dependemos de partidos políticos, aquí se inscriben todos los que quieren, hay de todos los partidos y todas las iglesias, del PAN, del PRD, anarquistas, zapatistas, protestantes, católicos, de las Chivas y hasta del América”.
Es la conversión que necesitamos: Lopezllera
Para uno de los pioneros de las monedas comunitarias en México, Luis Lopezllera, el uso de la moneda comunitaria para el pago de impuestos y servicios eclesiales, es una “excelente noticia”.
“Es la conversión que estamos necesitando, que cuanto poder existente en el planeta, normalmente arbitrario, jerárquico, depredador, vaya mutando, reconociendo los valores reales que están en las comunidades y no la especulación.
“Las monedas alternativas deben conjugar cuanto valor exista, sin embargo habría que evitar que esto se politizara en términos de un partido político o de membresías políticas”, añade.
Transacciones económicas éticas
Por su parte el académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, Boris Marañón, mira el suceso como algo digno de celebrar.
“Lo que habría que ver es qué sentido le dan la Iglesia y el Municipio al Túmin, ¿siguen viéndolo como dinero al final? ¿O un medio de pago que facilita las relaciones sociales?”, inquiere.
Usar la moneda con las instituciones con un sentido de solidaridad, sería un paso para su práctica en todas las relaciones en el Espinal, “podría ser un complemento del peso en las transacciones económicas pero con otro contenido ético-político-solidario en la búsqueda de una sociedad alternativa”, concluye.