Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca
No nos cabe en la cabeza que la principal preocupación en todos los países es el manejo de la economía invadida por la hegemonía del capital. En todos los países, la economía va por delante, y dependerá de cuál sea el proyecto del equipo gobernante y las políticas dentro de ese proyecto.
Tuvimos oportunidad de observar el manejo económico en Colombia y Venezuela. Aunque en ambos lo Comunal, no es un criterio definido, se observa su cercanía a tratar la economía de manera Comunal.
En Colombia se tiene una gran experiencia cooperativa, y a pesar de que los gobiernos anteriores mostraron indiferencia por esta orientación, la sociedad colombiana ha encontrado en la economía cooperativista una manera de satisfacer sus necesidades. Claro, este modelo permite que algunas cooperativas se capitalicen, y que el ahorro se convierta en una fuerza de inversión, lo que da la impresión de que una cooperativa financiera pueda operar como un verdadero banco. Sin embargo, los pequeños productores encuentran en estas instituciones un apoyo accesible y sano.
En Venezuela, se observa una diferenciación, pues el gobierno de Chávez, priorizó la comuna en todos los sentidos, por ello la Comuna es un modelo organizativo estimulado desde el gobierno de Maduro para enfrentar los bloqueos que, de distinta manera, le imponen los países con quien han dejado de tener convenios mercantiles.
En Colombia, el gobierno de Petro, ve con amplia simpatía el proceso cooperativista, y en recientes días, ha dado un fuerte espaldarazo a esta orientación en su Gobierno, de tal modo que, bajo la coordinación de una Unidad Solidaria, estimulará los afanes cooperativistas, refiriéndose a una economía social solidaria, comunitaria y popular.
El ambiente Comunal se observa en ambos países con gobiernos progresistas, que encuentran en la economía ancestral claves útiles de cómo tratarla.
Visto esto desde los planos educativos, ambos países refrendan una educación comunal que les permite dibujar un futuro más sano para sus economías. Y es en este plano que coinciden con México, quien también está en la búsqueda de una Educación más práctica y apegada al conocimiento del Pueblo, para aprovechar respetuosamente de la ancestral experiencia que se tiene en los tres países.
No nos cabe duda también que, en los tres países, se observa oposición de sectores capitalistas que, al dignificarse la cooperativa, la comuna y la empresa comunal, dejen de tener los privilegios que les ha permitido enriquecerse del trabajo de la pequeña empresa que, desde abajo, soluciona así sus más evidentes necesidades.
Nosotros estamos convencidos que a mayor participación social se produce con menos capital, y que con ello la tradición organizativa comunal crece, y se convierte en una fuerte posibilidad económica social.
A esta orientación se unen esfuerzos como las monedas regionales y múltiples formatos organizativos que respondan a las condiciones de cada espacio geográfico.
Vale la pena mencionar que, en Oaxaca, entidad eminentemente Comunal, sobresalen las empresas comunales, que, aunque dependen de condiciones empresariales para sus contribuciones al SAT, logran adecuar sus programas de trabajo a su cultura y principalmente a la defensa de su razonamiento Comunal.
En otras palabras, se vislumbra un futuro Comunal, en países que son gobernados por razonamiento que, si bien tienen fundamentación liberal, se orientan a la desaparición de la individualización con un horizonte hacia la Comunalización, lo que siembra una energía nueva y deposita en nosotros nuevos caminos que detengan el deterioro del planeta, haciéndonos partícipes de su existencia, y ya no de su utilización bárbara, como hasta hoy, las élites económicas del planeta lo han hecho.
Imagen: Alejandro Santiago. (Teococuilco, Oaxaca,1964-Oaxaca, Oaxaca-2013) Pequeño pueblo.
Colaboraciones anteriores:
Tenencia Comunal de la tierra