Desde la comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca // 7 de marzo de 2019
En cada rincón vivencial de esto que llamamos Nación, República, Patria, existe una resistencia a aceptar lineamientos ajenos que son diseñados por el Estado para alterar a su antojo nuestro modo de vida que reproducimos.
El modo de vida que diseñamos cada día, lo hacemos con los elementos que contamos y a través de nuestras capacidades y creatividad colectiva o comunal.
Sin embargo, cada pueblo, comunidad, barrio, colonia, región, etcétera, diseña mecanismos propios que en su gran mayoría coinciden pero que responden a necesidades diversas, sin que se observe una posible unidad en los comportamientos, y menos aún en la conciencia de lo que se hace.
Muchos encuentran en esta diversidad de respuestas la fortaleza de la resistencia. Pero otros encuentran en ello, la mayor debilidad.
En cierto modo, ambos criterios tienen un buen grado de acreditación. Sin embargo, sistematizar principios generadores de todo proceso de resistencia, permitiría no eliminar la diversidad, pero sí encontrar la unidad en la diversidad.
Encontrar la unidad, no significa corporativizar la consciencia, menos aún, ideologizar la resistencia. Por lo contrario, ordenar la experiencia concreta, significa hallar sus principios generadores y reproductores, a fin de avanzar en la ruta que el colectivo o la comunidad decida.
Es esto lo que buscamos. Algunos podrían llamarlo descubrir nuestra epistemia, otros hallar la fuente de nuestro razonamiento, etc. En concreto, deseamos que se valore la experiencia de cada grupo, colectivo, comunidad, para ir sistematizando nuestro andar, y encontrar desde ello, la riqueza conceptual que ilumine y enriquezca su caminar. (Continuará)
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