Luego de 17 meses de lucha Cooperativa Gráfica Vulcano vuelve a encender las máquinas.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 10 de mayo de 2016
Esta mañana en Buenos Aires, Argentina, luego de 17 meses de estar cerrada, se volvieron a abrir las puertas de la fábrica Gráfica Vulcano como cooperativa de trabajo.
A las 10 de la mañana, luego de que la representante de las autoridades quitara los candados de entrada, los 16 socios de la cooperativa reingresaron a la fábrica después de un proceso de recuperación que incluyó un plantón de 15 meses y un vaciamiento de parte de la patronal.
Ya dentro de las instalaciones los cooperativistas comenzaron con trabajos de limpieza y revisión de la maquinaria que quedaba, con la intención de comenzar a producir a la brevedad.
El presidente de la cooperativa, Daniel López, dijo estar muy agradecido con los que les dieron una mano, a las cooperativas y organizaciones, a la Federación de Cooperativas Autogestionadas de Buenos Aires (Fedecaba) y al abogado, “se lo vamos a pagar con lo mejor que sabemos a hacer, que es trabajar”, afirmó.
Por su parte el presidente de Fedecaba, Hugo Cabrera, ubicó la recuperación de Gráfica Vulcano en el momento coyuntural de Argentina, donde el presidente Macri enfrenta un descontento social por los centenares de despidos y alzas tarifarios de hasta 300%.
“En este momento de la Argentina, este proceso va a quedar grabado a fuego y se lo van a tener que contar a otros porque lo más probable es que otras empresas empiecen a caer. Los trabajadores de Vulcano van a tener que transmitir sus emociones, vivencias, experiencias de pasar frío, hambre y estar en la calle, pero seguir peleándola”, les dijo Cabrera.
En 2013 los dueños de la fábrica metieron la empresa a concurso preventivo aún cuando la empresa seguía en funciones. En 2014 intentó echar a los trabajadores y aceleró el proceso de vaciamiento. Fue entonces que los trabajadores organizaron la cooperativa de trabajo e iniciaron la defensa de sus fuentes de empleo.
Durante la defensa legal los trabajadores tuvieron que negociar con el banco HSBC por la hipoteca del inmueble y por una máquina, la única que dejó la patronal, fundamental para que la continuidad del trabajo desde la cooperativa.
Foto: Fotosur
